La estrategia eléctrica de BMW en los últimos años ha parecido un juego magistral de ilusión. En el papel, sus modelos EV no tienen la mejor autonomía, no se cargan más rápido y no se basan en una arquitectura eléctrica dedicada, pero la gente los compra como pan caliente. Más que Mercedes-Benz y Audi juntos. ¿Cómo es esto posible?
BMW Actualmente se basa en la estrategia de “electrificar lo que ya tenemos”. Modelos como i4 y el iX3 no están desarrollados desde cero como coches eléctricos, sino que utilizan plataformas adaptadas tanto para motores de combustión interna como para energía eléctrica.
Esto tiene algunas ventajas (menores costes de desarrollo, diseño reconocible y modelos familiares), pero también muchas desventajas:
- ¿Alcanzar? El i4 no puede competir con el Tesla Model 3 en carretera, ni en tecnología ni en precio.
- ¿Cargando? BMW sigue insistiendo en la arquitectura de 400 voltios, mientras que Porsche y Hyundai ya juegan en la liga de los 800 voltios.
- ¿Optimización del espacio? Los modelos eléctricos no son tan espaciosos como lo serían si BMW hubiera desarrollado una plataforma dedicada antes.
- Pero ¿por qué se venden tantos modelos eléctricos de BMW? La marca todavía tiene una base de clientes increíblemente leal.
“NEUE KLASSE”: será el último “ALL-IN” de BMW
En Múnich se dan cuenta de que el modelo actual no puede durar eternamente. Por eso están preparando la Neue Klasse, que será la primera plataforma auténtica de BMW exclusivamente para coches eléctricos. Prometen mayor autonomía, carga más rápida y avances revolucionarios en eficiencia.
El primer modelo será un SUV eléctrico del tamaño del X3, al que seguirá un sucesor del Serie 3. Y esto es clave: si BMW no logra crear un modelo eléctrico revolucionario con la Neue Klasse, podría perder seriamente la batalla contra Tesla, Mercedes, Hyundai y las marcas chinas.
El tiempo se acaba: los coches se comprarán según especificaciones básicas
A BMW todavía le quedan algunos años de “preparación” antes de que los clientes comiencen a considerar seriamente alternativas. Si la Neue Klasse es realmente tan buena como prometen, BMW podrá recuperar el trono de la innovación.
Pero si resulta que los competidores siguen siendo mejores en autonomía, carga y precio, entonces BMW puede encontrarse en problemas. Una marca premium que no ofrezca la mejor tecnología en el futuro eléctrico, tarde o temprano perderá su atractivo.
¿Está entonces BMW al borde de un cambio o perderá el rumbo? La respuesta la tendremos en 2025, cuando llegue la primera Neue Klasse. Hasta entonces, los compradores tendrán que contentarse con los “BMW eléctricos”, que en realidad son BMW propulsados por gasolina, pero sin gasolina.