Con el ritmo acelerado de la vida, muchas obligaciones, presión constante sobre el tiempo y poco tiempo para descansar, es lógico que una persona esté bajo estrés, o incluso a un paso del agotamiento. Todo esto se refleja en nuestra piel.
Los científicos han descubierto cuán fuerte es la conexión entre nuestra mente y nuestra piel. Sin embargo, la investigación ha demostrado que lo que sentimos puede afectar la apariencia y el comportamiento de nuestra piel. Incluso puede afectar a algunas enfermedades de la piel. ¿Cómo será? el cuerpo respondió con la exposición a largo plazo al estrés, depende de cada individuo o de la composición genética. En general, sin embargo, es cierto que diferentes tipos de estrés siempre se expresarán de la misma manera en una misma persona. En una persona esto se manifiesta en la zona del acné, mientras que en otra puede aparecer la psoriasis.
El estrés tiene un gran impacto en la salud
Hay mucha evidencia de que el estrés y las emociones negativas se reflejan en problemas de la piel. Cuando una persona está bajo estrés, el cuerpo secreta hormonas, que estimulan la inflamación y reducen el flujo sanguíneo a la piel. Los nervios de la piel se irritan y pueden aumentar o desencadenar la inflamación. reacción alérgica. La piel, por tanto, activa un mecanismo de defensa frente a este tipo de reacciones, que provocan inflamación. Todo esto conduce a deterioro de la condición de la piel, que se manifiesta en acné, psoriasis, piel seca, erupciones, picazón, dermatitis.
Una conexión tan fuerte y profunda entre la mente y la piel ha llevado al surgimiento de un nuevo campo científico: psicodermatología. Los dermatólogos han descubierto que las personas que acuden al médico por problemas de la piel suelen tener también problemas psicológicos relacionados con la piel. Por lo tanto, ciertas emociones a menudo se asocian con reacciones cutáneas específicas.
- depresión y tristeza - piel seca
- eventos traumáticos - erupciones e inflamación
- aumento del estrés: acné, exacerbación de eccema o psoriasis
- tratamiento - enrojecimiento y erupciones
- estrés crónico a largo plazo: sensibilidad, deshidratación, sequedad
- ira o ansiedad: urticaria, reacciones alérgicas, picazón, inflamación
- aumento de las emociones (positivas, negativas) – enrojecimiento
- ira reprimida - piel seca
Muchas enfermedades graves comienzan con síntomas en la piel.
La piel es verdaderamente un órgano maravilloso. Es el órgano más grande del cuerpo, que regula la temperatura corporal y nos advierte de los peligros. La piel protege al organismo de infecciones y posibles agresores y problemas externos, pero al mismo tiempo también puede reflejar problemas internos, tanto físicos como psíquicos y emocionales. Por lo tanto, es importante saber que muchas enfermedades graves pueden comenzar con diferentes síntomas en la piel, y reconocerlos puede acortar el tiempo de tratamiento y, en ocasiones, incluso salvar vidas.