Lo usas todos los días, pero ¿sabes con qué frecuencia debes lavarlo? ¿Con qué frecuencia lavas tus sujetadores? ¿Cotidiano? ¿Semanal? ¿Mensual? ¿Incluso los lavas?
¿Con qué frecuencia lavas tu sostén?
Se recomienda lavarlo después de usarlo varias veces. La frecuencia también depende de qué tan activo sea y de las condiciones climáticas.
Por ejemplo, si hace un día caluroso y húmedo afuera (lo que afecta la sudoración), debes lavarlo con más frecuencia. Así que, si tienes calor y sudas mucho, lávala como cualquier otra ropa. Si no sudas, no es necesario el lavado diario, bastará con lavarlo después tercer, cuarto uso.
La tela húmeda es un ambiente ideal para desarrollo bacteriano y otros organismos. El lavado elimina la grasa y las bacterias que se pueden acumular en el sostén, por lo que cuanto más grasosa sea la piel, más a menudo será necesario lavarla.
sujetador de encaje, usado en ocasiones especiales se puede usar varias veces. Sujetador deportivoy lavar después de cada uso.
¿Cómo lavar correctamente un sostén?
Para mantener su forma, apariencia y funcionalidad el mayor tiempo posible, preste siempre atención a la etiqueta (contiene todas las instrucciones de mantenimiento necesarias).
Ellos son los mejores lavado a mano. Tibio a tibio es adecuado para el algodón, pero siempre lave la seda con agua fría. Antes de colocarlo en el agua, enderezar sus cestas. Remójelo durante un tiempo (alrededor de media hora), luego límpielo suavemente y enjuáguelo bien con agua tibia. No lo escurra en absoluto, pero absorba el exceso de agua con una toalla y séquelo sobre una superficie plana.
si las lavas en la lavadora, atarlos previamente y ponerlos en una bolsa de lavado y elegir un programa que no dañe los tejidos. Utilice siempre detergente para ropa delicada.
Evite el secado en secadora. El calor y el centrifugado en la secadora pueden dañar la elasticidad del sostén. Si se seca en él, eventualmente se debilitará la tela y se dañará su elasticidad.
¡Evita los detergentes! Lavar tu sostén con demasiada frecuencia puede hacerte más daño que bien. El lavado con demasiada frecuencia puede afectar su elasticidad, que es necesaria para un soporte adecuado.