Una mujer que ha perdido la confianza no ama menos: ama con más inteligencia. Y de lo contrario.
crecimiento personal
Por qué las personas altamente inteligentes tienen menos amigos (y por qué eso está totalmente bien)
¿Alguna vez has notado que las personas más inteligentes que te rodean no son exactamente las estrellas sociales de la noche? Quizás tengas un amigo que prefiere pasar la noche del viernes con la cabeza metida en un libro que con un vaso en la mano y los pies en la pista de baile.
No todo camino roto es un error. No toda pérdida es un castigo. A veces es un movimiento cuidadosamente calculado por el universo. Sin explicártelo, simplemente te dice “no”. Y este “no” no es casual. Es una respuesta que no está diseñada para complacerte, sino para guiarte.
¿Por qué siempre buscamos el momento adecuado para el amor? ¿Qué pasaría si ese tiempo ni siquiera existiera? Y si alguien es realmente adecuado para ti, ¿por qué deberías esperar?
¿Cómo sueles responder? ¿Tu respuesta dice más sobre ti de lo que crees?
Una entrevista de trabajo es como caminar sobre hielo fino: una frase equivocada y te vas más rápido de lo que puedes decir "Prefiero trabajar desde casa". (Lo cual, sinceramente, preferiría decir la mitad de la oficina hoy en día). No, no basta con vestirse como algo salido de un catálogo de Vogue y que la carta de presentación huela a éxito y rosas. Al final, lo que más cuenta son las palabras que salen de tu boca y la impresión que dejan atrás.
¿Alguna vez te has preguntado por qué reaccionas de determinada manera en determinadas situaciones? ¿Por qué algunas cosas en tu vida te traen alegría, mientras que otras te traen una tensión interna inexplicable? Quizás ya lleves las respuestas dentro de ti, más específicamente, en tu fecha de nacimiento. Los números de tu cumpleaños pueden ser la clave para comprender tus rasgos de personalidad, direcciones de vida y los impulsos internos que te guían a través de la vida.
Cada mes, un libro. Doce meses. Una transformación de vida completa sin desintoxicación con sal del Himalaya o tés desintoxicantes con promesas dudosas. Esta no es una receta de un folleto de autoayuda de los años 90 (aunque merecería una portada retro), sino un plan estratégico para cualquiera que quiera invertir en la moneda más rentable: ellos mismos.
¿El dolor realmente disminuye con el tiempo? ¿Es posible olvidar cuando el recuerdo aún parpadea en cada mirada, en cada respiración? ¿Por qué el duelo debería ser algo que tiene que terminar, como si tuviera fecha de vencimiento?
¿Es esto todavía amor o sólo hábito? ¿Cuándo te conviertes en prisionero de tus propias ilusiones? ¿Por qué es tan difícil irse, incluso cuando sabes que debes hacerlo? Pero todas las cenas sin vistas, todos los abrazos sin calidez y silencio donde debería haber conexión, cuentan su propia historia.
Seamos honestos: ¿cuántas veces durante el último mes dijiste "Ya tuve suficiente de todo", buscaste en Google los precios de los billetes de ida a Bali y luego te consolaste con chocolate o Netflix? Sí, la vida puede ser bastante agotadora. Y en un mundo donde los algoritmos dictan nuestro ritmo, el arte de detenerse se ha convertido en un acto casi revolucionario.
¿Alguna vez te has despertado sintiéndote demasiado cansado para afrontar el día? Todas las funciones de tu cuerpo están activadas (respiras, caminas, hablas), pero por dentro solo sientes vacío.