Todos conocemos las mañanas en las que preferimos ponernos de lado y dormir unas horas más. Por la mañana, cuando todavía bostezamos de camino al trabajo y cuando ni la taza más grande del café más fragante ayuda a combatir el insomnio. En esas mañanas, movemos los dedos de los pies, lo que traerá una sonrisa a nuestra cara y nos recordará que esta mañana gris puede convertirse rápidamente en el mejor día de nuestras vidas.
Es fundamental aprender a convertir algo desagradable, como las mañanas de lunes, en algo positivo. ¿Por qué el comienzo de una nueva semana debería ser malo? Desterremos los pensamientos negativos y reemplácelos con una perspectiva positiva de la vida. Pero como es más fácil decirlo que hacerlo, hemos recopilado algunos consejos que nos ayudarán a alcanzar los mejores lunes de nuestra vida.
Hoy será un buen día.
Al despertar, sonríamos y digamos que hoy será un buen día, que todo es posible si realmente lo deseamos y tenemos esperanza. Demos una patada en el trasero y hagamos por fin lo que podríamos haber hecho hace mucho tiempo. Quizás sea hacer ejercicio por la mañana, seguir una dieta saludable, pedir un aumento o simplemente relajarnos y disfrutar de la mañana.

Antes de salir de casa, digamosnos que tenemos muy buena pinta.
Pongámonos esos zapatos que solo usamos para ocasiones especiales, elijamos un bolso que llevamos guardado en el armario para una ocasión especial que acaba de llegar, añadamos una bonita corbata o un pañuelo elegante para completar el look... Si usamos algo que nos inspira confianza, influirá en nuestro estado de ánimo y, en consecuencia, en el desarrollo de la jornada laboral. La gente sin duda reaccionará positivamente a nuestra presencia segura.

Olvidémonos de las redes sociales al menos hasta el almuerzo.
Si nuestro trabajo no está necesariamente relacionado con las redes sociales, preparémonos por la mañana y desayunemos tranquilos. Olvidémonos de revisar a toda prisa todas las páginas web y aplicaciones posibles, que a menudo nos ponen de mal humor con malas noticias o quejas de amigos. Recordemos la sensación refrescante que nos invade cuando pasamos el día sin mirar el portátil durante las vacaciones. Podemos evocar esta sensación cada mañana...
Bueno, si simplemente no puedes prescindir de las redes sociales, echa un vistazo a nuestras pagina de Facebook¡Donde nada negativo jamás te esperará!

Aprendamos a dejar ir las pequeñas cosas estresantes.
Olvidemos las pequeñas cosas que suelen desestabilizarnos por la mañana. El pelo recogido, la bandeja de entrada llena, una caja de galletas vacía que dejamos en la encimera y que nos hace sentir mal... olvidémonos de todos los pequeños factores estresantes que no tienen un impacto significativo en nuestras mañanas y solo nos ponen de mal humor.

Evitemos a quienes nos ponen de mal humor
Si podemos, debemos evitar a las personas que nos ponen de mal humor. Quienes, con su mal humor, llenan nuestras mañanas y días de estrés y pensamientos negativos no tienen cabida en nuestras vidas.

Desayunemos y disfrutemos cada minuto.
El desayuno debería ser algo obvio, pero desde hace tiempo se ha convertido en un placer que rara vez, o nunca, nos permitimos en nuestros horarios estresantes. La mayoría de las veces lo olvidamos o simplemente no tenemos tiempo ni ganas de prepararlo. No dejemos que eso vuelva a suceder. Prepare avena con yogur la noche anterior y añádale una rodaja de plátano por la mañana. Un desayuno delicioso y saludable se puede disfrutar en pocos minutos, y nuestro cuerpo y mente tendrán energía para mucho tiempo.

Vamos a sonreír.
Sonríamos a nuestros seres queridos, sigamos sonriendo camino al trabajo y en el trabajo. Sonriamos a un desconocido, a una vendedora y a un repartidor. Aunque no recibamos una sonrisa a cambio, nos sentiremos mejor y, en la mayoría de los casos, le alegraremos el día a alguien.

Hoy es un nuevo día.
El ayer ya quedó atrás, y aunque todo lo que podía salir mal saliera mal, no es motivo suficiente para prolongar nuestra ira un día más. Olvidemos las discusiones, las cosas que hicimos mal, los errores y los contratiempos. ¡Hoy es un día nuevo y todo es posible!

Seamos la mejor versión de nosotros mismos.
Cada día podemos volver a ser lo mejor que podemos ser. Esforcémonos al máximo, demos un paso más, atrevámonos a tropezar, riamos de ello y no nos dé vergüenza cantar a todo pulmón cuando suene nuestra canción favorita en la radio. Ríamos, hagamos deporte y comamos lo que queramos. Cada día puede ser un gran día si nos lo proponemos.

Vamos a respirar.
A veces es bueno simplemente inhalar y exhalar profundamente. Si solo respiramos profundamente por la nariz y exhalamos por la boca durante las clases de yoga y pilates, podemos sentirnos avergonzados. En cuanto nos despertamos, nos olvidamos de levantarnos rápido, del celular y de los pensamientos estresantes sobre las tareas urgentes. Primero, nos sentamos y respiramos profundamente varias veces. Mientras lo hacemos, cerramos los ojos y ponemos las manos en el regazo. Recordemos que hoy es un gran día.





