¡El verano puede ser una sorpresa para los dueños de perros! El verano es época de largos paseos, diversión junto al mar y sorpresas gélidas, pero nuestros amigos peludos reaccionan al calor de forma diferente a nosotros. ¿Cómo cuidar a tu perro en verano?
Aunque a tu perro le encantaría pasar cada segundo persiguiendo su sombra, unos pocos pasos descuidados pueden provocarle un golpe de calor desagradable. Para que tú estés más relajado y él más sonriente (bueno, al menos con el rabo en movimiento), hemos recopilado 10 reglas de oro para cuidar a tu perro en verano.
Cómo cuidar a tu perro en verano: 10 reglas de comportamiento estival para dueños de perros
1. Algunas razas son como sondas solares.
Si tu perro es un bulldog o un labrador, esto aplica a ellos: son un blanco especial en el calor. Las bellezas peludas con pelaje grueso, aquellas con sobrepeso o problemas de salud también pueden sobrecalentarse rápidamente. Irónicamente: cuanto más raza “Suave al tacto”, se quema más fácilmente que la pizza en un plato caliente.
2. El golpe de calor se produce a 22 °C.
Puede que a ti te parezca agradable el calor, pero tu perro puede empezar a sentirse mal cuando el termómetro marca tan solo 22 °C. En tan solo 15 minutos bajo el sol abrasador, incluso el amigo peludo más resistente puede verse en apuros, así que ten cuidado con los paseos largos en pleno calor.
3. Agua, agua y más agua.
No dejes que tu perro deambule por el bebedero como si buscara un sensor oculto. Enjuaga y rellena el bebedero con regularidad, y vuelve a colocar el bebedero vacío en menos de lo que tardas en decir "¡buf, buf!". La deshidratación no es divertida, a menos que te gusten las malas pasadas.
4. Cubitos de hielo: un mini refresco para los grandes gourmets
La arena está caliente, el asfalto está tibio y el agua puede parecer un té caliente. Revuelve unos cubitos de hielo en un recipiente con agua o añade barras de sandía congelada y caldo de pollo. Cada bocado será como una entrada VIP a un cautivador reino de hielo.
5. El asfalto no es la manicura de un perro.
Si no mantiene la mano sobre el asfalto caliente más de cinco segundos, no arriesgue las patas de su mascota. Mejor planifique paseos temprano por la mañana o tarde por la noche, cuando el suelo esté agradablemente cálido, y no tan caliente como una bandeja de horno.
6. Déjale un escenario de agua
Si crees que lanzar una pértiga a 35 °C es buena idea, piénsalo de nuevo. En lugar de este devastador evento olímpico, lleva a tu perro a una playa especial para perros o prepárale un... piscina inflable a la sombraDéjale disfrutar de una ducha fría y cacofónica sin preocuparse de que la varilla salga despedida hacia atrás.
7. A veces en casa
Puede que te sientas moralmente obligado a visitar a familiares o amigos incluso con el calor, pero recuerda: los rayos del sol son como un secador de pelo para el perro. Si tienes aire acondicionado en casa (o al menos un ventilador), a veces es más agradable dejar a tu perro en un lugar seguro: no tendrás que preocuparte y él no sufrirá un golpe de calor.
8. Accesorios de moda que salvan vidas
¿Una bufanda fría alrededor del cuello? ¿Por qué no? Puedes encontrarla en tiendas para tus pequeños amigos peludos. bufandas refrescantes, que cumplen su función mejor que cualquier refrigerador clásico. Para una alternativa doméstica, considere almohadilla de enfriamiento – que también es perfecto para tomar un café en el balcón (y no te olvides del perro).
9. Ser psiquiatra y detective al mismo tiempo
Los perros son expertos en ocultar el dolor y la incomodidad, así que presta atención a las pequeñas señales: pasos inquietos, respiración dificultosa, encías enrojecidas o ritmo cardíaco acelerado, incluso cuando están acostados. Una temperatura superior a 40 °C (medida rectalmente) es una señal de alerta que requiere atención veterinaria. En casos más graves, pueden presentarse vómitos, diarrea o incluso calambres, y eso no es lo que se desea en unas vacaciones de verano.
10. No te excedas con las profecías gélidas
En su búsqueda de un ambiente fresco, tenga cuidado de no enfriar a su perro demasiado rápido. Si su temperatura baja de 37 °C, puede causarle un shock, y entonces es cuando debe buscar ayuda profesional de nuevo. Una transición gradual de "caliente" a "frío" es clave.
Conclusión
El verano con tu amigo de cuatro patas no solo significa muchos mimos, sino también responsabilidad y atención. Siguiendo las diez reglas anteriores, te asegurarás de que tu cachorro se mantenga sonriente, sano y listo para muchas más aventuras juntos.