Si la última vez que cambiaste las sábanas te inquietaste al descubrir que tu almohada había pasado de un blanco inocente a un cuestionable tono café con leche, no estás solo. Las almohadas son las heroínas silenciosas de tu dormitorio: sostienen tu cabeza con generosidad y recogen con paciencia los rastros de tus aventuras nocturnas con sudor, maquillaje, cremas y... bueno, ni hablar de esas criaturas microscópicas que viven ahí sin pagar alquiler. Aunque amarillear pueda parecer algo inevitable, existe una solución que te devolverá ese aspecto de ensueño de lujo de hotel, sin grandes gastos ni productos químicos caros.
Si el solo pensamiento de legiones te hace... bacteriasLas células muertas de la piel y los pequeños pero persistentes ácaros no te convencen de lavarte la cara con regularidad; al menos, piensa en tu cara. Cada noche te acurrucas suavemente en tu almohada, lo cual no es precisamente romántico cuando piensas que tu piel está con un montón de microbios fiesteros. Cómo lavar tu almohada en la lavadora. Lavarse la cara con regularidad no es solo un capricho estético ni el deseo de tener una habitación perfumada; es la base de la higiene, una piel más sana y un sueño más placentero. No querrás despertar con una cara que delate una batalla nocturna contra los ácaros, ¿verdad?
¿Qué almohadas van en la lavadora? ¡¿Una almohada en la lavadora?!
Primero una advertencia: lavadora No es un portal mágico donde puedas arrojar cualquier almohada sin pensarlo. Las almohadas sintéticas, de algodón y la mayoría de las de plumón se pueden lavar en la lavadora, pero siempre revisa la etiqueta para evitar la desagradable sorpresa de una almohada desintegrada que se convierte en confeti por todo el interior. Si tu almohada contiene espuma viscoelástica o látex, es mejor lavarla a mano, ya que lavarla a máquina puede convertirla fácilmente en una bola triste y sin forma.
Consejos de los experimentados:Lave siempre dos almohadas a la vez para que la lavadora no parezca que está girando una bola solitaria y nublada, mientras mantiene el equilibrio en el tambor.
El truco milagroso para la blancura natural: no te asustes, ya lo tienes todo en casa
Olvídate de los productos industriales que prometen blancura con una sospechosa lista de químicos. Ya tienes la solución, y está en tu despensa o baño. La combinación de tres potentes productos para el hogar y un detergente natural es una receta ganadora que hará que las manchas se desvanezcan, los olores desagradables desaparezcan y tu almohada vuelva a lucir como recién salida de una habitación de hotel de lujo.
Ingredientes para blanquear la almohada milagrosamente:
- 1 taza de peróxido de hidrógeno (tu nuevo mejor amigo contra las manchas amarillas)
- ½ taza de bicarbonato de sodio (un clásico que ya usa tu abuela)
- 1 taza de vinagre de alcohol blanco (Los ácaros del polvo lo odian más que despertarse los lunes por la mañana)
- 1 cucharada de detergente natural o jabón de Castilla (para una limpieza suave pero efectiva)
- agua caliente
Un proceso que puedes hacer por la mañana antes de tu primer café.
Antes de meter la almohada en la lavadora, quita la funda (que probablemente lleva mucho tiempo lavándola por separado). Luego, revisa si la almohada tiene agujeros. Si los hay, cóselos o prepárate para las consecuencias: una lavadora llena de relleno es algo que no querrás experimentar.
Añada todos los ingredientes directamente al tambor sin dudarlo, luego seleccione el programa para ropa delicada o voluminosa y la temperatura del agua más alta que la almohada pueda soportar. Finalmente, recomendamos un ciclo de enjuague adicional: una almohada retiene el detergente con más tenacidad que el rencor de un adolescente.
Secado: el paso final para lograr esponjosidad (o moho si no tienes cuidado)
Mientras anhelas sumergirte en un paraíso recién lavado por la noche, secar bien la almohada es esencial. La humedad y los rellenos son enemigos mortales: si no tienes cuidado, olerá a sótano húmedo. Sécala en la secadora a baja temperatura y, para que queden más esponjosas, añade dos pelotas de tenis limpias en tus calcetines (recuerda avisar a tus compañeros de piso que el sonido no es el impacto de un asteroide, sino las pelotas de tenis de tu almohada).
Si tiene tiempo, para darle un toque final, exponga la almohada a la luz ultravioleta natural: los rayos del sol son el enemigo natural de las bacterias, el moho y los microorganismos.
¿Con qué frecuencia debes enviar tu almohada al centro de bienestar?
El sentido común aconseja lavarlo al menos cada 3 o 4 meses. Si tienes alergias o tu cabello se engrasa fácilmente por la noche, es mejor lavarlo al menos cada dos meses. Cambia y lava las sábanas semanalmente; tu piel te lo agradecerá enormemente.
¿Cómo alargar la vida de una almohada?
- La exposición regular al aire fresco hace maravillas.
- Utilice fundas protectoras con cremallera: esto evitará que los ácaros del polvo entren libremente en el todo incluido.
- Mantén el cabello mojado fuera de la cama. A nadie le gusta dormirse sobre una esponja húmeda.
- No comas bocadillos en la cama por la noche. Las migas en la almohada no son tendencia, a menos que quieras crear un ecosistema en tu cama.
Pensamiento final: tu almohada merece amor
Tu almohada es tu compañera nocturna, escuchando tus sueños, preocupaciones y, a veces, tus ronquidos. Merece atención, cuidado y un poco de mimo. Ahora sabes que puedes crear un verdadero bienestar con tu almohada en casa. Así, tu dormitorio volverá a oler fresco, como en un hotel de cinco estrellas. Bueno, casi; solo falta una camarera.
¡Dulces sueños!