Las vacaciones son una maravillosa oportunidad para socializar, buena comida y... dramas familiares. Todos tenemos ese tío que piensa que las teorías de la conspiración son excelentes para iniciar una conversación, la tía que te pregunta por qué aún no tienes hijos (y solo tienes 25 años) o el primo que sube todo a Instagram incluso antes de llegar al postre. Sí, las reuniones familiares pueden ser maravillosas, pero también una prueba de paciencia.
Cómo evitar que los fanáticos de la familia te arruinen idilio festivo? No te preocupes: aquí tienes seis trucos que te ayudarán a sobrevivir sin buscar desesperadamente una salida en el baño ni "olvidar" de repente dónde vives.
1. Estrategia "Todo está bajo control"
Conviértete en el general de tu campo de batalla navideño. Divide las tareas: el tío debe cortar el pavo, la tía debe preparar los platos, los niños deben encargarse de la decoración. Nadie tendrá tiempo para comentarios incómodos si está ocupado "salvando el mundo". Si alguien protesta, dígale que es una "vieja tradición familiar". Nadie cuestionará la tradición: es casi un sacrilegio.
2. Establecer una "línea roja" invisible para los temas tabú
¿De verdad quieres que tu tío empiece una conferencia sobre el calentamiento global mientras comes el postre? ¿No? Establezca límites claros para los temas que están "prohibidos" en el almuerzo festivo. Incluso puedes hacer un cartel divertido que diga: "Política y teorías de conspiración - ¡en el salón de la esquina!". Con una sonrisa, por supuesto. La ironía es tu mejor amiga.
3. Elija una zona de descanso segura
Cuando sientas que tus nervios bailan en el lago de los cisnes, retírate a tu zona de seguridad. Puede ser un balcón, una cocina o incluso un garaje (si es realmente malo). Respire hondo y dígase a sí mismo: “Son solo las vacaciones. Esto no es 'Survivor'”. Si tienes un amigo en llamada de emergencia, llámalo y envíale un breve "SOS". Él ya sabe qué hacer.
4. La alabanza salva vidas
En lugar de discutir con tu tía porque piensa que tu carrera no es un “trabajo real”, felicita su postre. Los cumplidos son como pequeños extintores de incendios familiares. Concéntrate en algo positivo y honesto: ¿a quién no le gustan los elogios?
5. Domina el arte de ignorar
Si el tío empieza un tercer monólogo sobre su juventud dorada o sus nuevas vitaminas milagrosas, apaga el sonido de tu mente. Asiente, sonríe y planifica mentalmente tu lista de atracones posteriores a las vacaciones. Incluso haga un plan para una gira mundial si es necesario; cualquier cosa es mejor que escuchar otra hora de pesca en el 82.
6. Prepara “frases de rescate”
Cuando sientas que te surge una pregunta sobre una minicrisis ("¿Ya encontraste novio?"), ten a mano algunas frases desviadoras. "Más sobre eso más adelante, ¡ahora prueba este maravilloso repollo!" o "¡Oh, no te he hablado de mi nueva teoría sobre los duendes navideños!" ¿Mirada confusa? ¡Perfecto! El objetivo es desviar la atención antes de que alguien se dé cuenta de lo sucedido.
Las vacaciones no están destinadas a ser perfectas, sino a vivirlas con un poco de humor. Si todo lo demás falla, recuerda: Los dramas familiares son temporales, pero los recuerdos son eternos.. Y si estás realmente desesperado, aquí tienes todavía una solución: una porción adicional de postre y una copa de vino. ¡Felices vacaciones!