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Cuando desaparecen las 'mariposas': una mujer explica a la perfección cómo es el amor después de cinco años

Foto: IG couple4lovers

Las "mariposas en el estómago" se consideran hoy un síntoma clásico de enamoramiento y amor. Sin embargo, muchos en relaciones a largo plazo se sienten muy decepcionados cuando estas mariposas desaparecen.

Esto llevó a un usuario de Tumblr a describir cómo se ve su relación después de cinco años. En su mensaje describe perfectamente, cómo la vida juntos cambia el amor.

Han pasado 5 años desde que he estado en una relación. Todos los días veo publicaciones en las redes sociales sobre cómo estar en una relación con el hombre de tu vida significa tener mariposas en el estómago constantemente.

Mucha gente cree que el amor solo es real si tu corazón late más rápido cada vez que esa persona entra en la habitación, que se abrazan todas las noches, pasan tiempo entrelazados en la cama y se duermen en los brazos del otro.

Puedo decirte que ese no es el caso en absoluto. al menos no para mi...

Tan pronto como empiezan a vivir juntos, las mariposas desaparecen. Tu corazón ya no da un vuelco cada vez que lo ves. En cambio, todo se calma. Cuando estás en la misma habitación con él, te sientes tranquilo y seguro.

Cuando te acurrucas con esta persona, tu corazón late lentamente y el sonido de su respiración te reconforta y te adormece. Ya no estás en el tiovivo de los sentimientos, estás en casa.

No más abrazos y extremidades entrelazadas. En cambio, duerman cómodamente uno al lado del otro, muy a menudo de espaldas. Aún así, todas las noches te encuentras alcanzando su mano o acariciando su cabello mientras duerme.

Hay noches en las que mi novio dormido alcanza mi lado de la cama a través de los sueños o simplemente me atrae hacia él como un niño tiraría de un juguete de peluche. Soy entonces su consuelo, seguridad y paz.

Al amanecer, cuando el mundo aún está oscuro y somnoliento, me acurruco en su pecho e inhalo su aroma antes de volver a dormirme.

Los besos ya no son tan apasionados y románticos como antes. Hay más de ellos ahora. Estos son besos de helado frío, besos de mermelada pegajosa. También hay besos de "voy a trabajar" y besos de "solo un beso más para irme".

Hay besos mañaneros que me despiertan mejor que cualquier despertador. ¿Hay una mejor manera de empezar el día?

También hay besos de buenas noches, besos que dicen "Me alegro de amarte a ti y a nadie más" o "Qué maravilloso eres con los animales". También hay besos cortos en el supermercado. Cuando hay mucha gente y ruido a tu alrededor, te inclinas el uno hacia el otro, te buscas, te encuentras.

Ya no envías mensajes declarando o afirmando tu amor cada hora. El amor ahora es evidente.

De arrebatos románticos de amor, ahora han pasado a bromas internas relacionadas con la convivencia. En público, intercambian miradas de sorpresa, resentimiento, entusiasmo: tienen su propio pequeño mundo.

Una relación no es un cuento de hadas. No fuegos artificiales y fanfarria. Bueno, al menos deja de serlo después de que empieza.

En cambio, la relación es un ritmo tranquilo de amor y cuidado. No hay un fuego ardiendo en tu alma, sino una llama que te calienta mientras te hundes cómodamente en el sueño.

Y eso me encanta.

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