Cuando enfrentas dificultades en la vida, a veces pierdes el impulso, pierdes la voluntad de seguir intentándolo. Te vuelves insensible. Nada es tan desesperado como parece y no eres tan despiadado como crees que eres. Nunca dejes de intentarlo sin importar las circunstancias.
Cree que después de cada fracaso siempre volverás más fuerte, no porque tu vida cambie mágicamente o te tropieces con algo que cambiará tu vida. No, volverás más fuerte porque cada fracaso te hace más resistente. Algo cambia en ti, de repente eres un poco más competitivo y testarudo.
Niéguese a fallar, supere el rechazo y tome la decisión de no dejar que nada le impida avanzar y alcanzar sus metas.
Recuerda, esta es tu vida y estás creando la continuación de tu historia.
Después de cada fracaso, te conocerás mejor a ti mismo porque descubrirás que enfrentaste tus peores miedos y aún estás vivo. Pasaste por el infierno y aun así encontraste el camino de regreso. Te darás cuenta de que tienes lo necesario para empezar de nuevo. Ya no tengas miedo de estar solo.
Deja de tener miedo al fracaso porque sabes que volverás más fuerte.
El regreso (tu regreso) siempre será más fuerte que el revés, porque te has probado a ti mismo que puedes hacerlo. Hay personas a tu alrededor que no creyeron en ti, que están esperando tu próximo error, y quienes te traicionaron y rompieron tu corazón.
Déjalos ir, no luches a favor o en contra de ellos, tu respuesta es tu poder.
El caso es que a veces tienes que caer para volver a levantarte y recuerda que puedes hacerlo solo, sin ayuda. La verdad es que la vida está llena de contratiempos, pero tu viaje no tiene por qué terminar ahí.
El fracaso no es un destino final porque nunca es tan glorioso como tu ascenso y regreso.
¡Todo depende de ti, tienes el poder de salir de cualquier trampa!