Imagina un mundo donde tu primera obligación sea amarte a ti mismo. ¿Qué tan libre serías? ¿Alguna vez te has preguntado qué pasaría si te pusieras a ti mismo en primer lugar?
Imaginemos por un momento que somos nuestros mejores amigos: ¿cómo nos liberaría eso y qué posibilidades se nos abrirían?
Mientras atravesamos las pruebas de nuestra vida, a menudo recordamos los momentos que dieron forma a nuestro presente. Entre muchas relaciones, experiencias y conocimientos, surge un aprendizaje esencial: El amor propio no se trata sólo de aceptación., pero potencialmente la medicina más poderosa que podemos ofrecernos.
En el camino nos damos cuenta de que es la vida sin ciertas personas, sus juicios y energía tóxica son realmente mejores.
El amor propio nos libera de la necesidad de una validación constante de los demás para sentirnos dignos o incluso amados. Una vez que aceptemos eso somos suficientes por nuestra cuenta, nuestra vida cambia.
El amor propio significa fuerza
No sólo el poder de dejar ir a la gente, sino el poder de abrir la puerta a aquellos que quieran entrar en nuestras vidas de una manera positiva y constructiva.
Esto no es egoísmo; es autoconciencia lo que nos permite mantenernos firmes en el suelo, sin importar quién o qué intente sacudir nuestra estabilidad. Este tipo de amor propio también va más allá de las relaciones con los demás. se trata de entender nuestros valores, nuestros deseos y nuestros límites.
Nada menos de lo que realmente merecemos es aceptable
Este respeto por uno mismo nos protege de juegos, mentiras y falsas promesas que de otro modo podrían quebrarnos. Con el amor propio nos convertimos en estudiantes de nuestra propia vida. Estamos aprendiendo, si. no nos quedemos en situaciones tóxicas.
No tenemos miedo de acabar con las cosas que no nos sirven ni nos satisfacen. Nuestra fuerza interior nos guía lejos de aquellos que no nos aprecian o respeto. No repetimos viejos errores que nos perjudican. En lugar de eso, ponemos límites saludables y priorizar nuestro bienestar mental y emocional. No nos hagas crueles; al contrario, nos ayuda a desarrollar empatía a ti mismo y a los demás. Sin embargo, nos enseña a ser indiferentes ante quienes intentan hacernos daño o aprovecharse de nuestra bondad.
Cuando nos amamos a nosotros mismos, los demás a nuestro alrededor pierden poder sobre nosotros, sobre nuestras emociones y pensamientos. Nada puede destruir nuestra propia imagen o autoestima mientras nos demos cuenta de nuestro propio valor y nos permitamos amarnos como merecemos. Las personas pueden enojarse o frustrarse cuando se dan cuenta de que ya no pueden manipular con nosotros, pero esto es sólo una prueba de que estamos en el camino correcto.
Significa creer en ti mismo, saber lo que quieres y comprender el amor y el respeto que mereces. Es el reflejo de un largo viaje. el trabaja en si mismo, las batallas que hemos librado y los obstáculos que hemos superado.
Es una historia de supervivencia, de curación y de descubrimiento de que valemos más de lo que jamás creímos. Es el proceso de recoger los restos de nuestras experiencias pasadas y construir algo sólido y duradero. Con esto rechazamos cualquier intento de cualquier persona de hacernos retroceder al pasado, donde nos sentíamos inferiores.
Cada paso en este camino es un paso hacia un mañana mejor.
El amor propio no es sólo cómo nos relacionamos con los demás; es la base sobre la cual incluso podemos construir la vida. Cuando aceptamos que somos nuestra mejor medicina, realmente comienza nuestro viaje hacia la curación completa y la felicidad.