Cuando el director de Audi, Gernot Döllner, dice "no abandonen ese sueño" y añade "estén atentos" en una entrevista ante las cámaras, no es una simple estrategia publicitaria, sino una señal. Tras meses de rumores, indicios ocasionales y prototipos, ahora parece que Audi planea dar un paso serio en el mundo de los SUV de lujo, del que nunca ha formado parte. Así que, un SUV de Audi.
Audi se prepara para un choque que deleitará a todos los fans de los íconos del automovilismo y disgustará a los fieles seguidores del orden tradicional. Tras años de rumores, ahora llegan indicios más serios desde Ingolstadt de que un rival para el Mercedes-Benz Clase G y el Defender de Land Rover está en desarrollo. ¡Un SUV de Audi! Ya no es una idea en un estudio de diseño, sino un proyecto sobre el que el propio director de la marca, Gernot Döllner, afirma que no debemos "renunciar a los sueños". Y cuando Audi menciona sueños, conviene prestar atención: normalmente vienen acompañados de kilómetros de innovación, aluminio y tenacidad alemana.
Tras bambalinas se esconde una lógica que va más allá de un recuerdo nostálgico a leyendas del todoterreno. Audi quiere demostrar que puede combinar inteligencia digital y mecánica robusta en un vehículo capaz de conquistar caminos rocosos con la misma seguridad que los aparcamientos del centro de Berlín. El nuevo proyecto no será un simple SUV más con un chasis más alto, sino un manifiesto de la marca: la prueba de que los cuatro círculos pueden significar mucho más que comodidad y silencio.
La marca, conocida por su tecnología, elegancia y diseño vanguardista, aspira a ascender del podio de los SUV premium al terreno donde reinan los SUV más exigentes: la Clase G, el Defender y similares. Si logran materializar su visión sin concesiones, este podría ser uno de los mayores cambios en la historia de Audi.
De una idea fronteriza a una ambición creciente
Hace tres años, Marc Lichte anunció que había lugar para una tercera línea dentro del segmento “4×4 premium”, alguien que no sería una copia del Clase G o el Defender, sino algo propio.
Esta sensación ya no se puede eliminar fácilmente: Audi quiere que el nuevo SUV todoterreno se convierta en un manifiesto de tecnología y un elemento “halo” para sus otros modelos.
El modelo de Döllner no es solo un añadido estético. Enfatiza que buscan diseños claros y enfocados como base de su oferta, a la vez que utilizan proyectos "nicho" como incubadoras de ideas que se filtren al portafolio general. Esta estrategia doble puede funcionar, siempre y cuando la implementación no se vea atrapada en la ambigüedad.
Tecnología: Scout, robustez y el desafío americano
Aún no hay un plan técnico —en realidad, es más un boceto que un plan— pero el camino más probable es a través de la plataforma. ExplorarEsta arquitectura (que forma parte del corpus de Volkswagen) ya está diseñada para modelos eléctricos y robustos, y podría permitir a Audi construir un nuevo SUV con su propio ADN, no sólo como una ilustración añadida.
La producción también es un tema clave. Si el modelo se fabrica fuera de EE. UU., existen barreras aduaneras. Pero si se ensambla directamente en EE. UU., quizás en una fábrica ya existente de VW o Scout, podría evitar aranceles elevados y atraer más fácilmente al mercado estadounidense. Döllner afirma que la decisión de tener la propia fábrica de Audi en EE. UU. es "absolutamente abierta" en términos de estabilidad jurídica y cumplimiento normativo.
La tensión entre expectativas y riesgos – SUV de Audi
Experimentar con la visión no está exento de inconvenientes. Si Audi no es lo suficientemente audaz en diseño e ingeniería, existe el riesgo de que el nuevo SUV sea etiquetado como un "SUV de lujo cuadrado" sin grandes capacidades todoterreno.
Las inversiones serán cuantiosas (desarrollo de un chasis robusto, elementos de suspensión avanzados, diferenciales y electrónica) y deben justificarse con las ventas. Si las cifras de ventas no son lo suficientemente sólidas, el proyecto será difícil de sostener.