Virus de Marburgo. El nombre en sí suena como algo que querrás olvidar lo antes posible. Pero cuidado: no es sólo un nombre. Es uno de los patógenos más peligrosos que se conocen, con tasas de mortalidad que en ocasiones alcanzan la asombrosa cifra de 88 %. Sí, has leído bien: 88 %. Esto significa que más de ocho de cada diez personas infectadas no sobreviven. Aunque puede que no aparezca en los titulares mundiales con tanta frecuencia como otras enfermedades, este enemigo invisible siempre está dispuesto a sorprender. Lo más probable es que el virus haya aparecido hoy en Alemania. Más información a seguir.
Infección con virus de marburgo es como un rayo caído del cielo: sin previo aviso, sin piedad. Comienza con fiebre alta, como si el cuerpo quisiera lidiar con algo invisible y abrumador. Los dolores de cabeza son indescriptibles, tan fuertes que sientes que te va a explotar el cráneo. Se suman dolores musculares y articulares, como si alguien te golpeara con una barra de hierro por todos lados. ¿Suena terrible? Espera, eso no es todo. Hay náuseas que no dejan descansar, vómitos y diarrea imparable. Tu cuerpo está luchando pero no puede: pareces un fantasma, con los ojos profundamente hundidos y el rostro inexpresivo, completamente exhausto.
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Pero la verdadera pesadilla apenas comienza. El sangrado ocurre unos días después de los primeros síntomas. Y esta no es una hemorragia nasal inocente que pueda detenerse fácilmente con un pañuelo de papel. Estás sangrando por los ojos, la nariz, la boca e incluso por aberturas del cuerpo que quizás no sabías que tenías. Vomitas sangre, aparece sangre en las heces. Estás en agonía. Y llegado este punto, muchos pacientes se dan por vencidos. Para muchos, este es un momento fatídico.
El guión, como el de la película Outbreak.
Aunque parezca ciencia ficción, un brote del virus de Marburgo podría dar lugar a un escenario similar a los vistos en películas de Hollywood como Outbreak. Imaginemos una ciudad que de repente se convierte en el foco de un virus mortal, los servicios de salud están saturados y la gente huye presa del pánico de las zonas infectadas, lo que no hace más que acelerar la propagación de la enfermedad. El ejército se ve obligado a establecer una cuarentena mientras los científicos corren contra el tiempo para encontrar una cura. Un escenario así no está lejos de la realidad, ya que virus como el de Marburg requieren una acción extremadamente rápida y una cooperación global para evitar una catástrofe.
¿Cómo ataca el virus?
El virus de Marburgo pertenece a la misma familia que el más conocido Ébola. Ambos forman parte de la famosa familia de los filovirus, que con su forma de espiral se asemejan a serpientes malvadas listas para atacar. La transmisión del virus se produce directamente, de un cuerpo a otro. Si tocas la sangre, el sudor, la orina o las secreciones de una persona infectada, ya estás en riesgo. El virus ingresa a través de la piel o las membranas mucosas dañadas (boca, nariz, ojos). También son especialmente peligrosos artículos como la ropa de cama y la ropa que han estado en contacto con una persona infectada.
¡Pero cuidado! Marburg no se transmite por el aire. No te vas a contagiar si te paras junto a alguien que estornuda durante unos minutos. La transmisión aérea, típica de los resfriados o la gripe, no influye aquí. Lo peligroso de Marburg es precisamente la intimidad del contacto. Se transmite a través de las cosas más personales: sangre, saliva, sudor. Incluso las relaciones sexuales con una persona infectada pueden ser mortales. El virus puede permanecer en el semen de una persona infectada durante varias semanas o incluso meses.
Síntomas que no te dejan dormir
La enfermedad comienza de manera similar a la gripe, pero rápidamente se convierte en algo mucho más mortal. Al principio presenta fiebre alta, náuseas, vómitos y diarrea intensa. Pero ¿qué hace que Marburg sea tan especial? Su capacidad para provocar hemorragias, y no sólo internamente. ¡Puedes sangrar por la nariz, las encías e incluso los ojos! Estos síntomas son tan característicos que los científicos han descrito a los infectados en las peores etapas de la enfermedad como "fantasmas", con ojos profundamente hundidos, expresiones faciales torturadas y agotamiento total.
¿Cuáles son tus opciones?
La mortalidad en la enfermedad de Marburg es muy alta, pero no siempre la misma. Entre brotes individuales, la tasa de mortalidad puede variar de 24 % a 88 %. Muchas veces esto depende de una respuesta rápida y atención médica. Cuanto más se contenga el brote y se aísle a los infectados, mayores serán las posibilidades de supervivencia.
¿Qué podemos hacer?
Desgraciadamente todavía no existe una vacuna eficaz contra el virus de Marburgo. Actualmente, el tratamiento se limita a una terapia de apoyo: ingesta de líquidos, electrolitos y alivio de los síntomas. Es importante actuar lo más rápido posible: reconocer los síntomas y aislar inmediatamente a los infectados es clave para prevenir la propagación del virus. Los expertos están investigando nuevas terapias, incluidos medicamentos desarrollados originalmente para tratar el ébola. Estos fármacos también podrían ser eficaces contra Marburg, pero se necesitan más investigaciones.
Marburgo vs. SARS y MERS: virus respiratorios
Mientras que Marburg ataca principalmente la sangre y el sistema digestivo, el SARS y el MERS son virus respiratorios que causan problemas respiratorios agudos. El SARS (síndrome respiratorio agudo severo) y el MERS (síndrome respiratorio de Oriente Medio) han causado pandemias menores y tienen una tasa de mortalidad mucho menor que la de Marburg. El SARS tuvo una tasa de mortalidad de aproximadamente 10 %, y el MERS tuvo una tasa de mortalidad algo mayor, de aproximadamente 34 %. Aun así, MERS sigue siendo una amenaza mucho menor en comparación con Marburg, que, como se mencionó anteriormente, puede matar a más de 80 infectados por %.
Una diferencia clave también está en el modo de transmisión: el SARS y el MERS se transmiten principalmente a través de gotitas suspendidas en el aire, lo que significa que las pandemias de estos dos virus son potencialmente más explosivas pero menos mortales. Marburg, por el contrario, requiere un contacto directo con fluidos corporales infectados, lo que limita en cierta medida la propagación, pero aumenta la mortalidad.
¿Por qué debería importarle el virus de Marburg?
Se podría pensar en este virus como una amenaza lejana reservada para el continente africano. Pero lo cierto es que ya hemos registrado casos de contagio fuera de África. En 2008, un turista estadounidense enfermó después de visitar una cueva en Uganda donde viven murciélagos infectados. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió en 2023 que el riesgo de propagación de la epidemia de Marburgo estaba aumentando y que podría convertirse en uno de los patógenos que provocarían la próxima pandemia.
¿Cómo protegerse?
La mejor forma de protegerse es evitar las zonas de riesgo, especialmente cuevas y minas, donde viven murciélagos infectados, que son los principales portadores del virus. Si viaja a zonas endémicas, tenga mucho cuidado. Evite el contacto con animales salvajes, utilice equipo de protección y observe estrictamente las medidas de higiene.
El virus de Marburg es como un depredador invisible. Permanece en las sombras hasta que ataca sin previo aviso. Aunque no es tan conocida como otras enfermedades, tiene el poder de cobrarse un número inimaginable de vidas. Pero no se preocupe demasiado: con las medidas adecuadas y la ayuda oportuna, podemos superarlo.