No puedes esconderte y fingir que no eres responsable de lo sucedido. Sabes perfectamente que tu decisión tuvo consecuencias. Y no me refiero a ideales, escenarios románticos ni exigencias incumplibles. Hablo de hechos reales.
crecimiento personal
¿Por qué a veces alguien que llega a tu vida con un estallido no es el indicado para quedarse? ¿Por qué surgen relaciones que al principio parecen el camino correcto, pero terminan en una encrucijada? Y, como recordatorio de que hay un camino a seguir. ¡Él no era su amor!
¿Quién habría pensado que alguien que inicialmente personifica la calidez, la comprensión y la atención podría convertirse en la fuente del dolor más profundo? ¿Cómo es posible que una relación que empieza como un cuento de hadas termine en una batalla invisible por la propia identidad? ¿Y por qué las heridas dejadas por los narcisistas se sienten tan personales, casi como si tocaran los cimientos de la autoestima?
A veces una mujer no dice que está enfadada porque simplemente está cansada de decir tonterías.
¿Qué significa realmente amar a alguien? ¿Es la cercanía física, el brillo en los ojos o la capacidad de comprender lo que no se dice? ¿Cuántas veces confundimos amor con comprensión? ¿Y dónde nos perdemos en esa diferencia?
¿Es el amor realmente un lugar donde dos almas se aceptan mutuamente, heridas pero sinceras? ¿Existe alguien capaz de abrazar tus cicatrices sin temer tu realidad? ¿Es posible amar a alguien sin comprender su dolor? Estas no son preguntas que busquen la perfección, sino la verdad. La verdad sobre lo que significa estar frente a otra persona, desnudo de alma, sin máscaras, sin juegos, simplemente con todo lo que eres.
No te rindas. Aún te queda un largo camino por recorrer. A veces la vida da un giro inesperado.
Nadie te prepara para lo mucho que puedes amar a alguien con quien nunca compartirás tu vida diaria. Nada te prepara para el momento en que te das cuenta de que ese sentimiento no es suficiente. Que la vida no siempre está de tu lado. Y que el destino, si es que existe, a veces es silencioso.
¿Por qué sentimos que debemos comprenderlo todo antes de permitirnos sentir algo? ¿Podemos confiar en nuestro corazón cuando nuestra mente aún busca evidencias? ¿Y es el miedo realmente lo opuesto al amor, o quizás su inevitable origen? ¿Qué hay de las emociones?
A veces, el mayor peligro no es que alguien nos abandone, sino que nos quedemos donde morimos lentamente. ¿Y por qué tememos perder a quienes nos perdieron hace mucho tiempo?
Lo quieras o no, tienes que seguir adelante.
¿Alguna vez te has encontrado dándole vueltas a algo desagradable una y otra vez? ¿Por qué los buenos pensamientos se desvanecen tan rápido, mientras que los malos persisten como una sombra que se niega a desaparecer? La antigua sabiduría de los nativos americanos tiene las respuestas.











