El alpinismo esloveno es la única disciplina deportiva en la que los eslovenos forman la cima del mundo desde hace más de 40 años. Tomo Česen, nacido en 1959 en Kranj, es uno de los que puso el alpinismo esloveno en una nota alta, tan alta como nadie lo había hecho antes en ese momento. En su relativamente corta carrera montañera, permaneció en la cima por un corto tiempo, pero lo suficiente como para que sus acciones se convirtieran en parte del patrimonio de la humanidad.