El pan es uno de los pocos alimentos que casi todas las naciones consideran un alimento básico en su dieta, y con razón. Es universalmente disponible, sencillo, nutritivo y... casi siempre difícil de almacenar. En serio, ¿cuántas veces te ha quedado el pan duro como una piedra después de un solo día? ¿O, por el contrario, se ha puesto sospechosamente verde en las esquinas? ¡Veamos cómo almacenar el pan correctamente!
pan de molde
El pan duro es uno de esos pecados domésticos silenciosos que se acumulan en la encimera: primero "sigue en buen estado", luego "sirve para tostadas" y finalmente termina en la basura o para servir a las palomas de la ciudad. Aunque parezca tan inútil como una sombrilla en el desierto, en realidad tienes algo en tus manos que, con el enfoque adecuado, puede revivir mejor que una franquicia de Netflix.
Este pan no pretende ser importante. No anuncia una revolución. No pretende ser algo que no es. Simplemente es: bueno. De esos que puedes llevar contigo, para acompañar una sopa o para desayunar una tostada. Sin pesadez, sin remordimientos. Y, sobre todo, sin pretensiones.
Olvídese de los anuncios comerciales secos y cansados de medianoche que realmente sólo sirven como plataforma para chismes y comentarios pasivo-agresivos de los invitados. Este pan de Pascua casero es una auténtica obra de arte: en sabor, apariencia y textura. Cuando lo pones sobre la mesa la pregunta ya no es qué es, sino cuándo será mía la próxima pieza. Y sí, tu feed de Instagram brillará como el Domingo de Pascua al amanecer.
¿Estás seguro de que estás almacenando tu pan correctamente?
No lo creerás: ¡pan casero perfecto y listo en 5 minutos! ¡Si hubiéramos conocido esta receta antes!
¡Si hubiéramos conocido esta receta antes! A veces la idea de hacer pan nos desanima, imaginando largas horas amasando, leudando y horneando. Pero ¿y si te dijéramos que puedes hornear un delicioso pan casero en tan solo unos minutos de preparación? Esta receta es la solución adecuada para cualquiera que quiera pan casero sin largos trámites ni pasos complicados. ¡La preparación es tan sencilla que incluso los principiantes la disfrutarán!
La baguette francesa es sinónimo de la sofisticación y tradición de la repostería francesa. Caracterizado por su corteza dorada y crujiente y su núcleo aireado, este pan es uno de los símbolos más reconocibles de la cocina francesa. Aunque el sabor de la baguette fresca es algo que solemos asociar con las calles francesas y los desayunos en pequeños bistrós, es sorprendentemente fácil de preparar en casa.
Todos hemos estado en una situación en la que el pan envejece demasiado rápido y se vuelve duro o seco. En lugar de tirarlo a la basura, existen trucos sencillos que puedes utilizar para mantener el pan tan fresco como si acabara de salir de la panadería. ¿Sabías que con la ayuda de agua corriente y un horno puedes revivir tu pan? Siga leyendo para descubrir cómo se hace.
A medida que aumentan las temperaturas, la decisión sobre cómo almacenar el pan puede tener un gran impacto en su sabor y textura.
La piadina es un pastel plano tradicional italiano originario de la región de Emilia-Romaña en el norte de Italia. Se elabora a partir de ingredientes sencillos: harina, agua, sal y grasa (normalmente manteca de cerdo o aceite de oliva). La masa se enrolla en círculos finos, que luego se hornean en un plato caliente llamado "testo" hasta que estén doradas.
Te ofrecemos una receta de bollería con queso y ajo, estos nudos de ajo, perfectos para una merienda o una reunión.
Puede resultar bastante fácil renunciar al pan duro. ¡De nada! Con este truco, el pan viejo puede volver a quedar suave y sabroso. ¿Cómo devolverle la frescura al pan viejo?