Drone Boning, un cortometraje erótico, fue filmado íntegramente con un dron por la productora Ghost+Cow Films, con sede en Brooklyn. En la película de tres minutos, los actores están atrapados en una relación íntima en lugares remotos: en la playa, en las montañas, en la carretera, en una granja abandonada, etc. Todo empezó como una especie de parodia de la intimidad y el voyerismo, pero pronto la película se volvió mucho más conceptual.
voajerizem
Durante treinta años, el fotógrafo neoyorquino Mark Weber ha estado buscando fotografías que recorran la delgada línea entre la fotografía callejera y el voyeurismo.