Después de seis años de silencio y secretismo, De Tomaso finalmente está de regreso: con el De Tomaso P72, el auto que James Bond conduciría si fuera fanático de las transmisiones manuales y no de los artilugios.
Si el tiempo pudiera viajar, lo haría. De Tomaso P72 teletransportado directamente desde la edad de oro le Mans a un paraíso futurista. Pero no hay ninguno. Magia CGI, sino una realidad brutal hecha de carbono y cuero, conducida con transmisión manual. Sí, has leído bien: mientras Tesla sueña con un futuro autónomo, De Tomaso con el P72 celebra una auténtica experiencia de conducción que te deja sin aliento (y sin redes sociales en la cabina).
De Tomaso El P72 es una oda visual al modelo P70 de 1965, creado en colaboración con el legendario Carroll Shelby. Pero el nuevo modelo no es solo un telón de fondo retro: debajo late el corazón de un Frankenstein moderno: un V8 supercargado de 5.0 litros, perfeccionado en Roush, que ofrece 750 caballos de fuerza (552 kW) y 900 Nm de torque (664 lb-ft). Transmisión manual. Tracción trasera. Todo lo que amas, nada de lo que te molesta.
¿Interior? Cabina del Orient Express con esteroides
Ingrese al De Tomaso P72 y se quedará boquiabierto: la combinación de cuero blanco nieve cosido a mano, fibra de carbono expuesta e interruptores de aluminio oro rosa cepillado a mano. Sin pantallas. Sin Apple CarPlay. Sólo tú, el volante y el fantasma susurrante de Carroll Shelby. La caja de cambios también es visible, literalmente. Y estarás agradecido de que así sea.
Chasis del futuro espacial
El chasis está fabricado a partir de una única pieza monocasco de carbono, sin soldaduras ni pegados. Esto significa que el P72 no solo es ligero y rígido, sino también una herramienta técnica que corta atajos con placer. ¿Suspensión? Ajustable manualmente en tres direcciones. ¿Configuración de conducción? No hay ninguno. Tus manos, tus pies, tu sentimiento. Esto no es un coche, es una máquina de placer.
¿Velocidad máxima? ¡A quién le importa!
De Tomaso Ni siquiera publica la información de la velocidad final. ¿Por qué? Porque, honestamente, si eso es lo que te interesa, te perdiste el punto. Este no es un coche para competir con Bugatti en la carretera, es una herramienta para los amantes de la sensualidad mecánica y la autenticidad de la conducción. ¿0-100 kilómetros por hora? Se estima que dura unos 3 segundos: lo suficientemente rápido como para hacerte un nudo en la corbata mientras aceleras.
Price Elite: 1,6 millones de razones para no tener uno
Aunque no hay precio oficial, sabemos que el P72 ronda los 1,6 millones de euros (1,7 millones $). Sí, ese es el precio de 72 piezas de arte automotriz hechas a mano. Este no es un coche para “influencers” con contrato de alquiler: es el equivalente automovilístico de un Rolex Daytona de edición limitada.
Conclusión: Un coche que debería haber sido una película
De Tomaso P72 Es una prueba de que todavía hay locos con visión. Que todavía se puede crear algo imperfecto, artesanal, mecánico y, precisamente por eso, perfecto. En una época en la que los coches se están convirtiendo en ordenadores sobre ruedas, el P72 es una máquina que no se conduce, se vive.
Y aunque probablemente nunca tendrás uno, no pasa nada. Basta saber que existe.