¿Crees que siempre hay algo por lo que estar agradecido en alguna parte?
No importa lo buena o mala que sea la situación, cada día que despiertes sé agradecido por tu vida. Mira siempre lo que tienes en lugar de lo que has perdido. Porque lo que la vida te quitó no cuenta. Lo que importa es lo que haces con lo que te queda.
Hay momentos en la vida en los que todo parece ir mal. Cuando aparecen grietas por las que se cuela la desesperación, la desesperanza, el miedo y la incertidumbre en el corazón. Entonces no debes rendirte. Aquí hay algunos consejos que pueden ser útiles cuando las cosas no salen según lo planeado en su vida.
1. El dolor es parte del crecimiento
La vida a veces te cierra puertas porque es hora de seguir adelante. Y eso es algo bueno, porque a menudo no quieres cambiar nada hasta que las circunstancias te obligan a hacerlo. Cuando los tiempos se pongan difíciles, recuerda que el dolor nunca viene sin una razón. Deja atrás el dolor, pero nunca olvides lo que te enseñó. El hecho de que tengas que luchar no significa que seas un fracaso. Todo gran éxito requiere lucha.
Sea paciente y positivo. Todo estará bien al final. Tal vez no de inmediato, pero eventualmente lo hará. Recuerda que hay dos tipos de dolor: el dolor que puede lastimarte y el dolor que te cambiará. Cuando te entregas a la vida, en lugar de resistirte, dejas que el dolor te ayude a crecer.
2. Todo es pasajero
Siempre que llueve, se detiene. Cada vez que te hieren, la herida sana. Después de la oscuridad siempre viene la luz. A menudo olvidas esto y prefieres creer que la oscuridad durará para siempre. no lo hará Nada dura para siempre.
Si los tiempos son buenos, disfrútalos. Si hace mal tiempo, no te preocupes demasiado porque no durará para siempre. El hecho de que la vida sea difícil en este momento no significa que no debas reírte. El hecho de que algo te esté molestando no significa que no puedas sonreír. Cada momento te da un nuevo comienzo y un nuevo final. Cada segundo tienes una nueva oportunidad. Solo tienes que aprovecharlo.
3. Preocuparse y arrepentirse no cambiará nada
Los que más se quejan son los que menos hacen. Siempre es mejor intentar hacer algo grande y fallar que nada en absoluto. No todo ha terminado si estás perdido. Se acaba cuando no puedes hacer nada más que quejarte. Si crees en algo, sigue intentándolo.
No dejes que las sombras del pasado se interpongan en el camino del futuro. Si hoy te pasas todo el día quejándote del ayer, mañana no será mejor. Haz algo en su lugar. Deja que lo que ya has aprendido mejore tu vida. Y pase lo que pase, recuerda que la verdadera felicidad solo empieza a llegar cuando dejas de quejarte de tus problemas y empiezas a estar agradecido por todos los problemas que no tienes.
4. Tus cicatrices son solo símbolos de tu fuerza
Nunca te avergüences de las cicatrices que te ha dejado la vida. Una cicatriz significa que el dolor se acabó y la herida se curó. Significa que superó el dolor, aprendió la lección, se hizo más fuerte y siguió adelante. La cicatriz es un tatuaje de victoria del que deberías estar orgulloso.
No se permita convertirse en víctima de sus cicatrices. No dejes que te hagan vivir con miedo. No puedes deshacerte de las cicatrices, pero puedes cambiar la forma en que las miras. Comienza a mirar las cicatrices como un signo de fuerza en lugar de dolor. El poeta Rumi dijo una vez: "Una herida es un lugar por donde te entra la luz".
5. Incluso una pequeña pelea es un paso adelante
La esencia de la paciencia es no esperar. Es la capacidad de tener una actitud positiva mientras te esfuerzas por alcanzar tus sueños. Una vez que decidas intentarlo, ve hasta el final. De lo contrario, no tiene sentido ni siquiera molestarse. Con cada obstáculo que superas, eres más fuerte y estás más cerca de tu objetivo final.
6. La negatividad de los demás no es tu problema
Cuando estés rodeado de negatividad, sé positivo. Sonrisa. Cuando los demás te traten mal, mantente fiel a ti mismo. No dejes que el resentimiento de otra persona cambie tu personalidad. No debes tomar las cosas personalmente, incluso si parecen personales. La gente no reacciona por ti, sino por ellos mismos.
Y sobre todo, nunca cambies para impresionar a alguien que dice que no eres lo suficientemente bueno. Cambia solo para convertirte en una mejor persona. Si crees firmemente en algo, no tengas miedo de luchar por ello. Gran fuerza proviene de la capacidad de dominar lo que otros piensan que es imposible.
7. Lo que está destinado a ser sucederá
La verdadera fuerza surge cuando tienes muchas razones para arrepentirte, pero prefieres reír y apreciar la vida. Hay cosas buenas en cada lucha, pero hay que abrir la mente y el corazón para verlas. Las cosas no suceden por la fuerza. En algún momento tienes que soltar y dejar que las cosas sucedan.
En última instancia, amar tu vida significa confiar en tu intuición, correr riesgos, perder a veces y encontrar la felicidad, atesorar los recuerdos y aprender de las experiencias. Tienes que dejar de preocuparte y dudar a cada paso del camino. Sea siempre consciente y disfrute de la vida a medida que se desarrolla frente a usted. Puede que no termines donde querías estar, pero eventualmente llegarás a donde deberías estar.
8. Lo mejor que puedes hacer es seguir adelante
Nunca tengas miedo de intentarlo de nuevo. Volver a amar, volver a vivir o volver a soñar. No dejes que una lección dolorosa endurezca tu corazón. Las mejores lecciones de vida se aprenden en los peores momentos y de los peores errores. Habrá períodos en los que sienta que todo salió mal y que no puede empeorar. Y puede sentir que no hay salida. Pero nunca es así. Cuando estés casi listo para rendirte, recuerda que a veces las cosas tienen que empeorar antes de que puedan mejorar.
Encuentra la fuerza para reír todos los días. Encuentra la fuerza para sentirte diferente pero hermosa al mismo tiempo. Encuentra una manera de hacer reír a los demás también. No te preocupes por las cosas que no puedes cambiar. Vive con sencillez, ama con sinceridad y habla desde el corazón. Y sobre todo, ¡nunca te rindas!