El carril bici Vennbahn es un carril bici que antiguamente utilizaban trenes, soldados y contrabandistas.
Carril bici Vennbahn es un carril bici que se creó en el lugar del antiguo ferrocarril que conectaba las minas de carbón y la acería. Por él discurre un carril bici de más de 125 km. Alemania, Bélgica y Luxemburgo y serpentea a través de hermosos paisajes y ciudades medievales. Con sus vistas atrae a ciclistas de toda Europa, especialmente con presentadores que cuentan las historias de estos barrios.
Esta zona se ha encontrado repetidamente en la encrucijada de la historia. La ruta ciclista comienza en Aquisgrán, donde el propio Carlomagno vivió y comandó su imperio. Napoleón construyó allí carreteras para conectar las ciudades, que más tarde estarían conectadas por un ferrocarril.
En 1940, Hitler tomó el control de la zona y del ferrocarril, como lo demuestran las barreras de hormigón que levantó para detener el avance de los tanques aliados. Cuatro años más tarde, los soldados estadounidenses rompieron estas barreras y llegaron al actual enclave de Roetgen, el primer pueblo alemán liberado durante la Segunda Guerra Mundial.
Los contrabandistas también amaban estos lugares en su época. Las marismas de Hugh Fens, no lejos de Vennbahn y de la ciudad de Mutzenich, fueron en su día verdaderas mecas del contrabando. Una estatua de bronce de un hombre con una bolsa de café también recuerda aquellos tiempos. Contrabandeaban café en bicicletas, a pie, en ambulancias y en coches fúnebres. Si la policía los perseguía, los contrabandistas arrojaban púas de metal afiladas a la carretera para detenerlos.
Para ello, la policía posteriormente colocó estos arados en sus vehículos. Hoy en día, la frontera entre los países está casi borrada y sólo un cartel en la calle lo recuerda. A lo largo de la orilla del Vennbahn, al otro lado, aparecen unas señales “B” para Bélgica y “D” para Alemania.