Nos enseñan desde pequeñas que las mujeres necesitan a los hombres para ser felices y formar una familia (lo cual, por supuesto, no es cierto). Otra creencia extraña y absurda es que una mujer necesita a un hombre para hacerle la vida más fácil; ¡como si ella misma no fuera capaz de vivir una vida sin complicaciones!
Estas creencias sociales obligan a las mujeres a creer que son capaces de menos de lo que realmente son capaces de hacer y lograr. Se olvidan de que no necesitan a nadie para ser felices y exitosos excepto creer en sí mismos. ¡Son capaces y pueden lograr cualquier cosa que se propongan!
Probablemente conozcas a madres solteras que lo están haciendo muy bien sin un hombre a su lado, o mujeres solteras que tienen sus propios negocios. Es importante que las mujeres comprendan que no necesitamos un hombre, pero si queremos uno, ¡podemos tener uno!
Cuando nacimos, se nos dieron tres simples derechos de nacimiento: independencia, fuerza y vida. Entonces tenemos la capacidad de ser independientes y exitosos sin la ayuda de un hombre. Tenemos la fuerza de todas las mujeres que nos precedieron impresa en lo más profundo de nosotros y, lo que es más importante, tenemos la capacidad de crear y dar a luz una nueva vida.
También es importante que estemos capaz de vivir una vida feliz sin un hombre, pero eso no significa que tengamos que hacerlo. La elección es lo que hace que nuestras vidas sean tan interesantes y hermosas. Podríamos decidir que somos la mejor mujer de negocios independiente, pero aún podríamos tener un amante con quien compartir todos los momentos especiales. El truco es no dejar que nos cambie a nosotros ni a nuestra relación. Las mujeres en las relaciones (también) a menudo olvidamos nuestra independencia, porque nos gusta que alguien haga cosas por nosotras.
Las asociaciones deberían ayudarnos, sí crecer como persona, enriquecernos y dar vida a esas partes de nuestro ser que ni siquiera sabíamos que existían. Si entramos en una relación sin saber cómo ser independientes, rápidamente podemos volvernos codependientes. Y la sociedad nos ha hecho creer que esto es completamente normal.
Las mujeres no necesitamos un príncipe sobre un caballo blanco que dice resolver todos nuestros problemas, porque somos perfectamente capaces de resolverlos nosotras mismas, y especialmente no necesitamos un hombre que cree problemas.
Encontremos un amor que nos motive a ser nuestra propia persona, un hombre que nos inspire y anime en todos los aspectos de la vida. Un amante que no sea solo un compañero, sino alguien que sea nuestro igual, alguien que pueda ser nuestro mejor amigo.