La exposición de la artista Nina Sarabutra invitó a los visitantes a caminar entre 100.000 calaveras de porcelana en miniatura en busca de su propia huella, que una persona deja a cada paso, hasta el último.
Las calaveras, como dice la propia artista, no son imágenes de miedo ni de tristeza, sino que representan la comprensión liberada de que la vida ofrece innumerables oportunidades si la aprovechamos al máximo cada día. Entonces pidió ayuda a su familia, amigos, vecinos, colegas y otras personas para crear los pequeños cráneos. Con ello quería fomentar la reflexión en el proceso sobre cómo viven, qué hacen y qué tipo de huella dejarán después de la muerte.
Sus respuestas, junto con las obtenidas a través de un estudio dedicado sitios web, fueron luego proyectadas en las paredes de galerías visitantes en Singapur y Bangkok. Un recorrido a través de impresionantes espacios expositivos con suelos y objetos cubiertos de calaveras, complementados con inspiradores murales en forma de corazón con palabras de aliento.
Y tú, ¿ya sabes qué huella dejará tu último paso?
Foto: Nino Sarabutra