Nunca encontrarás el amor perfecto en la vida, pero encontrarás el amor de la persona que te ve. Un amor que derriba muros y con el que compartirás las partes de tu alma que tienes escondidas y escondidas de los demás.
No encontrarás el amor que es perfecto. Pero encontrarás el amor que te muestra que está bien no ser perfecto todo el tiempo. Y que busques un equilibrio entre la esperanza y el dolor, y que la desilusión no calle los latidos de tu corazón.
Ese tipo de amor siempre estará contigo. Ella no lo menospreciará por la forma en que lidia con el dolor o por su forma de ser. Este amor no retrocederá ante la vista de un pasado oscuro. Ella no solo estará contigo cuando estés arriba, hermosa, cuando seas un modelo a seguir, sino también cuando estés abajo, cuando necesites su mano para mostrarte el camino a seguir.
Un amor que puedes desenmascarar incluso los más escondidos y ella no escapará.
No encontrarás el amor perfecto, pero encontrarás el amor que conecta. Ella no te dejará ni te evitará, se hundirá en tu alma. Ella se sentará a tu lado y escuchará las historias de tu infancia. Ella te preguntará cómo se siente ser una persona que no se conforma con nadie, ser única.
Este amor llegará a conocerte en detalle. Sentirás que tu alma ha estado esperando que se vuelva a conectar con tu corazón. Esperando que vuelva a casa, que todas tus piezas rotas y escondidas se junten.
No encontrarás el amor perfecto, pero encontrarás el amor que te recuerda que el bien todavía existe, sin importar el momento.
Sentirás este amor como si un agradable calor se instalara en tu cuerpo. Ella luchará por ti y estará contigo a través de todos los huracanes y tormentas. Sentirás su profundidad, su esencia.
No, no encontrarás el amor que sea perfecto, pero encontrarás el amor que es simple, que no es pesado de llevar, que no tensa tu núcleo. Finalmente comprenderás que el amor siempre ha sido simple.
Encontrarás el amor que te recuerda tu valor. Te demostrará que nunca pediste demasiado, que la forma en que entregaste tu corazón a los demás no fue estúpida. Y que como no eres capaz de amar a medias, no eres muy sensible.
Con ella, te darás cuenta de que estaba perfectamente bien ser una persona que amaba de manera imperfecta. De una manera que estaba llena de esperanza. Que siempre está bien ser la persona que nunca esconde su corazón.
Este amor reemplazará a todas aquellas personas que te hicieron sentir culpable por confiar en tus instintos. Todos aquellos que querían romper tu sensible corazón vulnerable.
¡Este amor te enseñará - que nunca fuiste demasiado! Siempre fuiste suficiente. Siempre eres suficiente.