A todos nos ha pasado que algunas personas simplemente dejaron de ser parte de tu vida. Tal vez amigos o socios, pero definitivamente personas que alguna vez significaron algo para ti. Aquellos con los que estuviste cerca, pero la relación terminó en una ruptura.
Cuando alguien a quien amabas mucho de repente ya no forma parte de tu vida cotidiana, puede ser muy doloroso. Te preguntas qué hiciste mal, si había algo más que pudieras haber hecho para quedarte. La verdad es que no has perdido a las personas que ya no están en tu vida, pero te han perdido a ti.
En varias relaciones, has creado una conexión tóxica. La necesidad de mantenerlos, de probarles a ellos y convencerlos de que eres bueno para ellos. Captas la atención más pequeña que puedas y te convences de que la relación sigue siendo buena.
Después de un tiempo, sin embargo, este tipo de relación tóxica ya no es sostenible y se producen peleas y palabras desagradables. Te quedas solo y te culpas a ti mismo, pensando que podrías haber durado un poco más.
Desde el principio, te ponen en la posición de la persona menos importante y que debería estar feliz de que la otra parte haya decidido estar con ellos en primer lugar.
Eres divertido, amable, gentil. Ama sinceramente, no huyas de los primeros problemas. Te mereces a alguien que aprecie cada momento que pase contigo, no a alguien que te haga sentir mal constantemente.
No importa cuán doloroso sea estar solo, descubrirá que está mejor sin esas personas en su vida.
Y como te dieron poco, poco perdiste. Y porque les dieron todo, quiere decir que se quedaron sin todo.
Cree en el karma, un día cada uno de ellos comprenderá lo que ha hecho. Puede que nunca te lo digan. Pueden fingir que no es el caso o hacer todo lo posible para demostrar que están bien sin ti. Pero en el fondo sabrán que no es así y no podrán mirarte a los ojos.
No te molestes con eso. Sigue viviendo tu vida. Genuino, abierto, con mucho amor.
Solo entonces podrá darse cuenta de que la relación que estaba tratando desesperadamente de mantener no era tan ideal después de todo, y que está mejor ahora que se ha ido.
Te darás cuenta de tu valor y ya no aceptarás relaciones en las que no eres respetado y en las que no recibes tanto amor como das.