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No puedes obligar a una persona a que te respete, ¡pero puedes negarte a que te falten al respeto!

El respeto es una calle de doble sentido y es la expresión más fuerte del amor.

Respeto. Lo más importante en las relaciones además del amor.

Si queremos que los demás nos traten bien, debemos tratarlos de la misma manera. Si queremos ser escuchados y vistos, por lo que somos, debemos ser capaces de aceptar a los demás como son. Si queremos tener amor y luz en nuestras vidas, debemos compartir ese mismo amor y luz con los demás.

Si queremos recibir respeto, debemos ser capaces de darlo.

Desafortunadamente, este no es siempre el caso. No importa con qué frecuencia hablemos sobre el respeto, no siempre seguimos estas reglas tan religiosamente como nos prometimos que lo haríamos.

Con demasiada frecuencia permitimos que la gente nos falte el respeto y preferimos alejarnos de ellos. Los dejamos entrar en nuestras vidas, ponemos las llaves de nuestro mundo en sus manos. Confiamos en ellos, y luego nos hieren y nos golpea la dura realidad. Estamos decepcionados.

Y de repente nos damos cuenta de que no estamos recibiendo de ellos la misma atención y amor que les estamos dando. ¡Nos damos cuenta de que no somos respetados ni aceptados por lo que somos!

¿Por qué? Porque somos nosotros. es nuestra culpa Tenemos la culpa de cómo nos ven los demás porque somos nosotros quienes definimos nuestro propio valor. Nuestro valor depende sólo de nosotros mismos. Es importante cómo nos vemos a nosotros mismos, cómo nos tratamos y cómo nos amamos y somos amables con nosotros mismos.

Si una persona no nos respeta, es solo una señal de que algo estamos haciendo mal. Que la relación que tenemos con nosotros mismos no es lo suficientemente fuerte. Este es un indicio de que no nos amamos ni nos respetamos lo suficiente.

La verdad es que no puedes obligar a nadie a que te respete. No podemos decirle a una persona que nos trate de cierta manera. Harán lo que crean conveniente. Probablemente nos tratarán como nosotros los tratamos a ellos, pero sobre todo nos tratarán como nos tratamos a nosotros mismos. Nos amarán como nos amamos a nosotros mismos. Se preocuparán por nosotros tanto como nosotros nos preocupamos por nosotros. Nos verán con los mismos ojos que nos vemos a nosotros mismos. Esta es la energía que manifestamos. Verás, ¡no podemos obligar a nadie a que nos respete!

Como no queremos estar rodeados de personas que no nos respetan, podemos mirar a esa persona a los ojos y decidir alejarnos de ella. Podemos tomar una decisión y sacar de nuestra vida a todas las personas que nos hayan faltado al respeto en cualquier momento.

Pero podemos tomar una decisión y rodearnos de positividad. Podemos elegir conscientemente en qué enfocar nuestra energía. Podemos cambiar nuestra vida desde su esencia. Pero primero, es necesario cambiar la forma en que nos vemos a nosotros mismos. Esto es algo que solo podemos hacer nosotros mismos. Debemos entender que sin ella nunca encontraremos la felicidad y el respeto.

Todo será en vano si no nos liberamos de nuestra jaula y nos abrazamos tal como somos.

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