"Hay días buenos y días malos. Los días buenos pasan. Lo sabes y piensas que es terrible. ¡Pero los días malos también pasan! ¿Por qué no piensas en eso y por qué no te consuela?" – Phil Bosmans
A veces está bien estar triste. No significa que estés roto, que estés herido, que nunca más serás feliz, solo significa que estás triste.
A veces tratamos de ignorar el hecho de que la tristeza también es parte de la vida. A veces la tristeza viene en oleadas, a veces se nos lleva de repente, llega de repente, en un instante. Tal vez es solo un recuerdo de algo que ya olvidaste y ahora esa canción, persona, palabra te ha llevado al pasado, al momento en que experimentaste dolor. Tal vez por el clima. Tal vez alguien te recordó a alguien que perdiste. Amado.
¡Duele, pero créeme, pasará! No tienes que quedarte triste para siempre, ¡da un paso adelante!
Quizás tu tristeza provino de la pérdida de una persona, del amor, de cualquier pérdida. No deja de dolerte. La tristeza y el luto son emociones de las que no nos gusta hablar. Los llamamos "oscuridad densa". Es más fácil fingir que no están, que no existen, que no pueden llegar a tu corazón, pero de nada te servirá. Todavía dolerá. Dolerá aún más.
No hay nada de malo en estar triste, en duelo. Llorar por una pérdida no significa que estarás triste para siempre. ¿Cómo subes al otro lado si no vas a hacer nada al respecto? ¿Si solo te vas a sentar y llorar y esperar? Tienes que levantarte. Da un paso adelante.
Dolerá. Mucho. Te dolerá el corazón. Te dolerá la mente, te dolerá el cuerpo. Pero sé valiente, levántate y sigue adelante. No es necesario que te quedes allí. Tienes que dejar el dolor en el pasado o te carcomerá día a día.
¡No tengas miedo de sentir!
Recuerda, aunque creas que estás solo, no lo estás. Hay personas que quieren ayudarte a levantarte y seguir adelante. Personas con las que volverás a sentir que puedes, que vales, que vuelves de nuevo, a tu piel, a tu cuerpo, a tu esencia.
Hay personas que ya han sentido cómo se les aplastan los huesos bajo el peso de las emociones y del dolor, cómo se los carcome la desesperación. Estarán encantados de ayudarte, guiarte al otro lado del duelo, para volver a ser lo que eras. Feliz.
Sólo ábrele el camino a tu corazón. Acéptalos en tu vida, deja que te ayuden a encontrar tu camino, al otro lado de la tristeza… ¡a la felicidad!