El Peugeot E-208 GTi se presenta como el sucesor del legendario 205 GTi. Pero ¿logrará convencer realmente este "atleta eléctrico" sin gasolina, sin sonido y con un rendimiento mediocre?
GTi: tres letras que antaño significaban puro placer de conducción. Inmediatez mecánica, sonido puro y la sensación de estar al borde de una explosión. ¿Y ahora? El Peugeot E-208 GTi. Una interpretación eléctrica de la leyenda, pero en lugar de "rugir", ofrece un "meh".
Peugeot E-208 GTi: Interesante en el papel, pero comparado con otros números, demasiado mediocre.
No se equivoquen: el papel aguanta mucho, y también el Peugeot E-208 GTi. 280 caballos (206 kW), 345 Nm de par motor, aceleración de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos. No está nada mal en cifras. Pero en un mundo donde los Teslas de dos toneladas vuelan en tres segundos y el idéntico Abarth 500e, con potencia similar, se agarra al asfalto con más seguridad, el GTi, de alguna manera, se pierde en el gris. Nada emocionante, nada que te acelere el corazón. Una historia igualmente mediocre, como... Alpino 290.
Tampoco hay sonido. Lo entendemos, el sistema eléctrico es silencioso, pero eso significa que hay que ofrecerle al conductor algo más. Algo más. Peugeot Sport redujo la altura del coche, lo ensanchó, le dio un chasis más rígido y neumáticos más anchos, pero el resultado es más una "concesión editorial" que un "espectáculo de conducción". El coche es más juguetón que el e-208 normal, pero sigue sin ser lo suficientemente brutal como para merecer la etiqueta de GTi. ¿Dónde quedó esa sensación de "kart box salvaje" de los 80?
Autonomía y carga: no mejor que el clásico
Y luego está la autonomía. El WLTP indica 350 kilómetros. Genial si te guías por el catálogo. ¿Realista? Prepárate para cargar después de 260 kilómetros, si el coche se conduce como indica la placa del maletero. ¿Y a la hora de cargar? Espero que encuentres una estación de CC rápida. 30 minutos para % de 10 a 80. Rápido en teoría. ¿En la práctica? Demasiado tiempo si tienes ganas de un GTI y esperas la siguiente descarga de adrenalina. El coche solo ofrece carga de 100 kW.
El interior es bonito: Alcántara, costuras rojas, franjas retro en los asientos. Pero es como si te ofrecieran champán... sin burbujas. Carece de esa sensación brutal, de estar al borde del precipicio, que una vez definió al GTi.
Conclusión: ¿GTi con desfibrilador?
El Peugeot E-208 GTi no es un mal coche. Es un hatchback eléctrico muy sólido y elegante. ¿Es un GTi? ¿En esencia? Difícilmente. Si eres un fan de la vieja escuela, te decepcionarás. Si eres nuevo en el mundo de los GTi, te confundirás. Y si buscas puro placer de conducción, existen alternativas más atractivas (y más rápidas).
Peugeot intentó evocar nostalgia con colores, franjas y símbolos. Pero si el legendario GTi de los 80 representa hoy la libertad y la libertad, este experimento eléctrico se siente como un museo. Estéril, silencioso y, sinceramente, un poco vacío.
Por casi 40 mil, obtienes un auto que es interesante, pero que no ofrece lo que siempre ha significado el GTi: almaPero quizá la próxima vez Peugeot tenga que incluir algo más de emoción eléctrica además de electricidad.