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¿Por qué tenemos atascos en las carreteras eslovenas? Esta respuesta realmente te sorprenderá

El verdadero motivo de los atascos en las carreteras eslovenas

Foto: elementos envato

Si ha conducido por las autopistas eslovenas en los últimos años, habrá notado que el tráfico es cada vez más denso y, a menudo, está plagado de atascos. Todos hemos tenido esos momentos embarazosos en los que conducimos a paso de tortuga por la autopista mientras las bocinas de bronce suenan impacientes de fondo. Entonces, ¿por qué hay atascos en las carreteras eslovenas? La respuesta es sorprendentemente simple: nuestra cultura del tráfico y las medidas inadecuadas de control de velocidad, no, como muchos piensan, la congestión del tráfico. Entonces, ¿por qué hay atascos en las autopistas eslovenas?

El número de coches aumenta año tras año, pero no tan drásticamente como quieren mostrarnos los responsables. ¿Por qué hay atascos en las carreteras eslovenas? En la última década, sólo tenemos un pequeño porcentaje más de automóviles en nuestras carreteras. Pero todos notamos que los atascos aumentan drásticamente. Muchos de nosotros creemos que en realidad no es tanto un problema de infraestructura sino más bien un problema de gestión de esta infraestructura.

Las autopistas eslovenas se construyeron para una velocidad de 130 km/h, pero la realidad es que la mayoría de los conductores conducen más rápido o más lento que este límite. Un límite de 130 km/h es más una rareza que una regla en los países desarrollados. Incluso en Alemania, donde conocen la velocidad ilimitada, los límites siempre se fijan en 110 km/h, no en 130 km/h. Entonces, ¿dónde están las soluciones que conoce la profesión en el extranjero? Intentaré responder por qué tenemos atascos en las carreteras eslovenas.

  1. Demasiada velocidad, muy poco control Aunque el límite de velocidad en las autopistas eslovenas está fijado en 130 km/h, muchos conductores superan este límite. En el carril rápido se puede observar a los conductores circulando a velocidades superiores a 160 km/h, mientras que en el carril de circulación circulan a velocidades medias de entre 95 y 120 km/h. La gran diferencia de velocidades entre estos dos carriles es una de las principales razones de los accidentes de tráfico y la congestión resultante. Conducir demasiado rápido reduce el tiempo de reacción, lo que conduce a situaciones peligrosas, especialmente en tramos más transitados. Más frenadas y más imprevistos en las carreteras provocan miradas de curiosidad y atascos.

¿La solución? Controles más estrictos y sanciones más elevadas por exceso de velocidad. Aumentar las multas tendría un fuerte efecto psicológico, ya que los conductores se darían cuenta de que corren el riesgo de recibir multas elevadas si exceden el límite de velocidad. Las infracciones en carretera deberían tener los mismos criterios que las infracciones por exceso de velocidad en un entorno urbano y las mismas sanciones. El aumento de las multas disuadiría a muchas personas de exceder la velocidad, mejorando la seguridad general y el flujo del tráfico. Se reduciría la diferencia de velocidades entre el carril de adelantamiento y el carril de circulación, reduciendo así el número de incidentes.

  1. Reducción del límite de velocidad en autopistas a 110 km/h Mucha gente pensaría que reducir el límite de velocidad de 130 km/h a 110 km/h sólo ralentizaría aún más el tráfico. Pero las investigaciones muestran lo contrario. Una velocidad más baja reduciría la diferencia entre las velocidades en los carriles de circulación y de adelantamiento, lo que evitaría adelantamientos peligrosos y reduciría el número de accidentes. Una velocidad más constante permitiría un flujo de tráfico más fluido y reduciría el número de paradas repentinas que a menudo provocan accidentes en cadena y embotellamientos.

Las estadísticas muestran que el exceso de velocidad es una de las principales causas de accidentes de tráfico, lo que a su vez provoca atascos. La policía eslovena y la Agencia de Seguridad Vial afirman que los frecuentes accidentes de tráfico en las autopistas están relacionados con una velocidad inadecuada, el incumplimiento de la distancia de seguridad y movimientos inadecuados entre carriles. Todo ello aumenta la posibilidad de accidentes y ralentizaciones del tráfico, ya que cualquier incidente en la autopista (incluso un accidente menor o avería del vehículo) conlleva un cierre temporal del carril o incluso una parada total del tráfico.

  • Los países bajos: Uno de los países más famosos por reducir el límite de velocidad en las autopistas es Holanda. En 2020, el límite de velocidad diario en la mayoría de las autopistas se redujo de 130 km/h a 100 km/h. El objetivo de esta medida era reducir las emisiones, pero también se vio una mejora en el flujo del tráfico y menos accidentes debido a una velocidad más constante.
  • Suecia: Suecia, conocida por su enfoque “Visión Cero” en materia de seguridad vial, ha limitado la velocidad a 110 km/h en determinados tramos peligrosos de las autopistas. Esto redujo significativamente el número de accidentes mortales.
  • Estonia: El límite de 110 km/h se aplica en todo el país.
  • Croacia: En el cruce de la autopista de Istria el límite de velocidad es de 110 km/h.
Foto: pexels / Bertellifotografia
  1. Trucos psicológicos para una conducción más segura Una solución interesante utilizada por algunos países, por ejemplo Italia, es el uso de vallas más altas a los lados de las carreteras, lo que crea un "efecto túnel". Este efecto obliga inconscientemente a los conductores a reducir la velocidad porque se sienten más apretados y cautelosos. Las barreras más altas limitan el campo de visión y los conductores ajustan automáticamente su velocidad, lo que genera un tráfico más fluido y predecible.

Invertir en mejorar la infraestructura vial, como vallas más altas en los tramos problemáticos, sería una medida eficaz para reducir las diferencias de velocidad y mejorar la seguridad. La instalación de cinturones verdes entre los carriles de circulación también es una excelente solución que puede reducir la velocidad de los conductores en más de 10 %.

  • Francia: En algunas autopistas de Francia se han introducido vallas más altas para crear una sensación de espacio más estrecho. Esto ha reducido la velocidad de conducción y ha mejorado la fluidez a medida que los conductores conducen con más cuidado y constancia.
  • Alemania: En autopistas con límites de velocidad y curvas peligrosas, los ingenieros alemanes han instalado barreras más altas para animar a los conductores a conducir más despacio, reduciendo el riesgo de accidentes y aumentando la seguridad.
  • Italia: La mayoría de las autopistas están equipadas con un suplemento para levantar la valla, que también se puede ver inmediatamente si se conduce desde Eslovenia en dirección a Venecia.
    Foto: pexels / thelazyartist
  1. Los lugares de trabajo y el efecto curiosidad Probablemente te hayas quedado atrapado en atascos de tráfico muchas veces debido a la construcción de una autopista. Las obras de construcción representan uno de los mayores obstáculos para la circulación del tráfico, ya que reducen la visibilidad para los conductores y provocan frenadas bruscas. Sin embargo, a menudo la congestión no es el resultado de un cierre real de la carretera, sino más bien un "efecto de curiosidad": los conductores reducen la velocidad para ver lo que sucede en la obra. Esta curiosa observación provoca atascos y perturbaciones innecesarias.

Una de las soluciones es la introducción de mamparas altas que separan completamente los lugares de trabajo de la calzada. Estas barreras reducen las distracciones y evitan la conducción curiosa. Unas condiciones de trabajo más seguras y menos distracciones para los conductores reducirían el número de congestiones y permitirían un tráfico fluido alrededor de las obras de construcción. Los trabajos deberán realizarse de noche, cuando el tráfico es menos intenso. Logísticamente, esto es incluso más fácil que "enfriar" a los trabajadores en contenedores especiales.

  • Austria: En las autopistas austriacas se han instalado barreras altas en los lugares de trabajo que separan los lugares de trabajo de la calzada. Estas barreras previenen el “efecto curiosidad”, que reduce las congestiones y ralentizaciones innecesarias del tráfico.
  • Suiza: También en Suiza se han introducido barreras en las obras de las carreteras para reducir la conducción curiosa y mejorar el flujo del tráfico. Los resultados mostraron menos congestión y condiciones laborales más seguras para los trabajadores.
  1. Penalizaciones más altas, mejor efecto Las sanciones más altas son uno de los factores psicológicos más poderosos que influyen en el comportamiento del conductor. El aumento de las sanciones por exceso de velocidad, especialmente en autopistas y obras de construcción, obligaría a los conductores a conducir de forma más responsable y segura. Sanciones más severas por infracciones como el exceso de velocidad reducirían efectivamente el número de accidentes y mejorarían el flujo del tráfico en las carreteras más transitadas.

Las mediciones seccionales, que seguirían a cada automóvil desde la importación hasta la autopista y luego a la exportación, reducirían la congestión en 50 %, según estimaciones de algunos expertos. La medición constante de la velocidad obligaría a los conductores a obedecer las normas, permitiendo que el tráfico fluya a una velocidad media de 100 km/h, ahorrando al país millones de horas de los ciudadanos que ahora se encuentran en atascos.
Esta solución sería definitivamente más económica que cualquier intervención en la infraestructura.

  • Suecia: Suecia es conocida por sus esfuerzos para mejorar la seguridad vial. Además de sanciones más duras, también introdujeron medidas psicológicas, como la instalación de señales visuales que advierten a los conductores de infracciones de velocidad, lo que afecta a su comportamiento en la carretera.
  • Finlandia: Finlandia ha introducido sanciones muy estrictas para aquellas infracciones en las que el importe de la multa se basa en los ingresos personales del conductor. Esto tiene un fuerte efecto psicológico, ya que las multas para los conductores más ricos son mucho más altas, lo que les disuade de comportarse de forma peligrosa en el tráfico.
  1. El tercer carril de la autopista. El tercer carril es una idea bonita, pero muy utópica. El problema es que los ingenieros eslovenos planificaron los puentes de forma peligrosa para la infraestructura de carreteras existente y no pensaron en retirar las vigas de soporte del carril lateral. Por tanto, el tercer carril supondría la renovación de 70 pasos elevados % existentes.

Algunos tramos de la autopista permitirían la introducción de un tercer carril sobre el actual carril de parada, con la construcción de nichos de seguridad cada 800 metros. Esto podría mejorar la distribución del tráfico, aunque en algunos tramos el tercer carril se reduciría a dos. Un límite de velocidad podría ayudar a evitar interrupciones en el flujo.

Por qué Eslovenia no necesita nuevas autopistas, pero sí orden y cultura de conducción

Eslovenia es una economía financieramente débil que no ha completado su tarea de construir todas las carreteras necesarias. Incluso después de la finalización de estos proyectos, pasará mucho tiempo antes de que podamos comenzar la ampliación del cruce de carreteras existente. Será necesario sustituir al menos 70 pasos elevados, puentes, pasos inferiores, trincheras, etc. del %, lo que es misión imposible. Eslovenia necesita sobre todo orden y cultura de conducción en las autopistas. Todo el mundo se da cuenta de lo incultos que son los conductores eslovenos al cruzar el túnel de la Caravana, cuando la cultura de conducción cambia por completo en unos pocos kilómetros. El problema no son las carreteras, el problema es sobre todo la gente. Sin embargo, dentro de unos años serán sustituidas por la conducción autónoma, lo que aumentará considerablemente la fluidez que ahora está en manos de las pobres y lentas reacciones de los conductores humanos.

Foto: Pexels / a2pro

¿Qué significa esto para el futuro del tráfico esloveno? La combinación de todas estas medidas (desde la reducción del límite de velocidad hasta un control más estricto y la mejora de la infraestructura viaria) podría mejorar el flujo de las carreteras eslovenas a largo plazo. Menos accidentes, un tráfico más fluido y menos cierres inesperados de carreteras conducirían a un tráfico más fluido, menos congestión y carreteras más seguras para todos los involucrados. Aunque a primera vista algunas medidas, como las reducciones de velocidad, podrían parecer que aumentan los tiempos de viaje, en realidad reducirían el tiempo que los conductores pasan en congestión a largo plazo.

En última instancia, la clave para mejorar el tráfico es un cambio en la cultura del tráfico y el cumplimiento constante de las normas de tráfico. Sólo así podremos mejorar el flujo del tráfico y la seguridad en las carreteras eslovenas y reducir los frecuentes atascos, que causan muchos dolores de cabeza a todos.

Puede que los atascos en las carreteras eslovenas no sean cosa del pasado, pero con la implementación efectiva de estas medidas, podemos acercarnos a un futuro de tráfico mejor, más seguro y más fluido. Oziorma, recuperamos nuestros caminos y el tiempo que ahora estamos perdiendo. Como siempre, agrego. No es necesario trabajar más duro, sino más inteligentemente.

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