¿Cuáles son las ventajas de las duchas frías y calientes?
Personas de todo el mundo utilizan el agua como una forma de terapia (hidroterapia). Cada una de nuestras duchas puede ser nuestra miniterapia, si sabemos regular la temperatura del agua de forma que beneficie nuestra salud. Aunque muchas veces pensamos que 10 minutos bajo el agua caliente pueden resolver todos nuestros problemas, descuidamos las cosas buenas que una ducha fría puede hacer por nosotros. En este artículo, cubriremos todas las ventajas del agua fría y caliente, para que, dependiendo de tu estado de ánimo y el estado de tu piel, mente o cuerpo, puedas determinar qué ducha te conviene más en ese momento.
¿Por qué ducharse con agua tibia y caliente?
Nos ayuda a dormir
El agua tibia aumenta la temperatura de nuestro cuerpo y relaja los músculos del cuerpo. Nos tranquiliza tanto mental como físicamente, por lo que lo mejor es darse una ducha con agua tibia por la noche antes de acostarse. De esta forma, mejoraremos la calidad del sueño, nos despertaremos mucho más descansados y preparados para todos los retos a los que nos enfrentaremos durante el día.
Reduce el dolor de cabeza
Así como las compresas tibias colocadas en la cabeza o el cuello pueden ayudar con las migrañas y los dolores de cabeza, una ducha caliente puede relajar los músculos tensos del cuerpo. Cuando te duches, asegúrate de que el agua te cubra de pies a cabeza, porque además de la cabeza, también relaja el resto del cuerpo. Si tus dolores de cabeza van acompañados de náuseas, una ducha caliente no es la solución adecuada para ti.
Limpia los poros
Es técnicamente imposible que el agua, por muy caliente que sea, abra los poros. No son músculos y no pueden abrirse voluntariamente independientemente de la temperatura. Sin embargo, el agua tibia ayuda a eliminar la suciedad acumulada en ellos. Esto hace que nuestra piel sea más flexible y puede hacer que los poros se vean más pequeños.
Afecta los síntomas del resfriado
Una ducha caliente que nos envuelve con vapor se ha utilizado durante años para reducir los síntomas del resfriado. Es un remedio natural que ayudará a abrir las vías respiratorias y al mismo tiempo despejar nuestros senos paranasales. Después de ducharnos con agua caliente, podremos respirar con más normalidad.
¿Por qué ducharse con agua fría?
Mejora la circulación
Al mejorar la circulación sanguínea en nuestro cuerpo, mejoramos la funcionalidad de todo el organismo. Puede ayudarnos con las arterias obstruidas, disminuir la presión arterial y aumentar la inmunidad. Además, el agua fría tiene la capacidad de reducir el enrojecimiento de nuestro cuerpo y ayuda a reducir el dolor actual.
Protege la piel y el cabello
Cuando nos duchamos con agua fría, los aceites naturales que se encuentran en nuestro cabello y piel, que son muy beneficiosos para ellos, no se eliminan. Es más suave con nuestro cabello y puede prevenir la caída del cabello. Además, el agua fría restringe el flujo sanguíneo, haciendo que nuestra piel esté más saludable y radiante.
Nos da la energía que necesitamos.
Una ducha fría estimula el sistema nervioso simpático, que es el responsable de cómo afrontamos las situaciones estresantes. Activa la liberación de hormonas y tenemos la misma sensación que con la adrenalina. La investigación también ha demostrado que, además de ayudar al cuerpo a lidiar con el estrés, tomar una ducha fría también aumenta nuestra productividad.
Nos ayuda a adelgazar
El agua fría favorece la quema de ciertos depósitos grasos, como el tejido adiposo marrón. Cuando la temperatura corporal aumenta debido a una ducha fría, puede quemar calorías y perder el exceso de peso.