Como regla general, los niños son admitidos en el jardín de infancia desde la edad de un año o incluso antes. Cuando llega el momento de enviar a tu pequeño al jardín de infantes, te ofrecemos todo el apoyo. Una nueva experiencia puede ser un verdadero shock para un niño. Las más importantes son las primeras conversaciones con el profesor, con el que comentaremos los hábitos del niño,...
Como regla general, los niños son admitidos en el jardín de infancia desde la edad de un año o incluso antes. Cuando llega el momento de enviar a tu pequeño al jardín de infantes, te ofrecemos todo el apoyo. Una nueva experiencia puede ser un verdadero shock para un niño. Las más importantes son las primeras conversaciones con la maestra, con quien comentaremos los hábitos del niño, el ritmo biológico, los juguetes favoritos, la comida, su salud, lo que le hace feliz y lo que le consuela cuando está triste. Esta es también una oportunidad para hablar sobre todos los miedos y preocupaciones que nos agobian con respecto al cuidado de los niños. De esta forma también ganaremos confianza en la guardería y en la maestra que cuidará de nuestro pequeño. Se necesita tiempo para que un niño se acostumbre a la independencia ya un nuevo entorno social. Puede que solo nos necesite durante unos días, tal vez más. Es importante tomarse el tiempo para concentrarse en presentarlo durante unos días antes de que finalmente lo dejemos solo en el jardín de infantes. Sigamos su estado de ánimo y sus reacciones. Al principio, recojamos al pequeño lo antes posible ya la misma hora. Si esto no es posible, le explicamos que tenemos que ir a trabajar y pasar a recogerlo en cuanto terminemos. Los niños tienen un reloj biológico en ellos y saben muy bien cuándo ha llegado el momento en que nos presentaremos en la puerta. El ritmo de llegadas y salidas que iremos introduciendo infundirá seguridad y confianza al pequeño. La despedida del niño debe ser corta, porque a la mayoría de las personas les resulta aún más difícil separarse de sus padres después de un largo adiós. Los niños pueden convertirse rápidamente en parte de un grupo y formar sus primeras amistades. Muchos factores afectan el estado de ánimo del niño durante este tiempo, por lo que es mucho más sensible a las desavenencias en la familia, a las mudanzas, llora más de lo normal, baja su inmunidad y es susceptible a una gran variedad de enfermedades, que son una defensa natural contra el estrés que experimenta. Incluso la comida en el jardín de infantes es diferente a la de casa, lo que causa muchos problemas. La crisis de ingreso al jardín de infantes se hace evidente solo después de unas pocas semanas. Al igual que con los adultos, la conversación también significará mucho para el niño. Vamos a explicarle por qué lo llevamos al jardín de infantes. Si el niño tiene su juguete favorito, lo llevamos con nosotros cuando lo llevamos al jardín de infantes. Finalmente, no olvidemos una sonrisa y una palabra amable cada vez que lo dejemos en el jardín de infantes.
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