Hemos preparado una prueba muy especial para el nuevo Ford Fiesta, ya que lo llevamos a la Costa Azul. Nos interesaba saber con qué comodidad podríamos cubrir distancias más largas con coches pequeños y urbanos, y el Fiesta era un gran candidato. Gran parte del dinamismo y confort en carretera lo aportaba su motor de gasolina de 1,6 litros y 88 kW...
Hemos preparado una prueba muy especial para el nuevo Ford Fiesta, ya que lo llevamos a la Costa Azul. Nos interesaba saber con qué comodidad podríamos cubrir distancias más largas con coches pequeños y urbanos, y el Fiesta era un gran candidato. Gran parte del dinamismo y confort en carretera lo aportaba su motor de gasolina de 1,6 litros y 88 kW, así como un chasis deportivo y asientos deportivos con excelente agarre lateral. La potencia del motor era más evidente en la carretera, donde podíamos "competir" fácilmente con coches más grandes. Si el Fiesta tuviera control de crucero incorporado, sería una gran "máquina" para viajes largos. El aire acondicionado automático hizo que no pasáramos calor a pesar de las temperaturas del verano. Pudimos guardar fácilmente todo nuestro equipaje en el maletero, es decir, dos maletas grandes y algunos bolsos más pequeños. Escuchamos música desde nuestro iPod directamente a través del sistema de audio del Fiesta (que también admite llamadas manos libres Bluetooth) y pudimos controlar el iPod usando los controles del volante. Pero no entendíamos por qué teníamos que conectar el iPod a las entradas USB y AUX IN al mismo tiempo. Las dimensiones exteriores compactas son muy bienvenidas cuando se busca aparcamiento en las estrechas calles de Montecarlo.
