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La revolución de la nutrición: cómo la dieta psicobiótica está ampliando nuevas fronteras en la lucha contra el estrés

Descubrir la conexión entre el intestino y el cerebro supone un gran avance en la atención de la salud mental

Foto: Pexels / Cleyoneweton

Descubrir la conexión entre el intestino y el cerebro supone un gran avance en la atención de la salud mental. ¿Qué es una dieta psicobiótica?

La palabra “psicobiótico” puede parecer sacada del mundo de la ciencia ficción, pero lo cierto es que se trata de uno de los descubrimientos más prometedores de la medicina moderna. Los psicobióticos se refieren a microorganismos que tienen un efecto positivo en nuestra salud mental. Una dieta dirigida a fortalecer estos microorganismos se llama dieta psicobiótica y se basa en una combinación de fibra y alimentos fermentados que estimulan el crecimiento de bacterias beneficiosas en nuestro intestino.

La investigación realizada por John Cryan y Ted Dinan, líderes en este campo de investigación, muestra que una dieta de este tipo no sólo mejora la salud de nuestros intestinos, sino que también ayuda a gestionar mejor el estrés. Su estudio reciente en el que participaron dos grupos de adultos encontró que aquellos que siguieron una dieta psicobiótica experimentaron una reducción del 15 por ciento en el estrés percibido en comparación con un grupo de control.

Foto: Pexels / maxgelatin

Intestino y cerebro: una conexión inesperada

El intestino ha sido conocido durante mucho tiempo como el “segundo cerebro”, pero ahora los científicos están descubriendo cuán profunda e influyente es realmente esta conexión. Los microbios que viven en nuestro intestino desempeñan un papel clave en la regulación de la inflamación en el cuerpo, lo que a su vez afecta nuestra salud mental. Cuando comemos suficiente fibra, ésta alimenta las bacterias buenas de nuestro intestino, que luego producen sustancias como el butirato, un actor clave en la protección y reparación de la pared intestinal, que también tiene efectos beneficiosos en el cerebro.

Fibra y fermentos: El poder oculto de la dieta psicobiótica

Desafortunadamente, la mayoría de las dietas modernas, especialmente las basadas en alimentos procesados, provocan una falta de fibra, lo que empobrece nuestro microbioma. La Dieta Psicobiótica corrige esto centrándose en alimentos ricos en fibra y productos fermentados como yogur, kéfir y chucrut. Aunque las bacterias probióticas de estos alimentos no permanecen permanentemente en nuestros intestinos, hacen mucho bien durante su paso, reduciendo el pH y fomentando el crecimiento de bacterias beneficiosas al tiempo que inhiben los microorganismos patógenos.

¿Cómo empezar? El arte de comer para la salud mental

Iniciar una dieta psicobiótica no es tan complicado como parece. Es importante incluir una variedad de fuentes de fibra en la dieta, desde verduras como el ajo, el puerro y el repollo hasta frutas, nueces, cereales y legumbres. También es fundamental evitar los azúcares, que pueden dañar nuestro microbioma y contribuir a la inflamación.

Foto: Pexels / koolshooters

Los científicos recomiendan que comamos 30 tipos diferentes de vegetales por semana, lo que puede parecer desalentador, pero podemos hacerlo paso a paso. Si esto es demasiado, podemos empezar con prebióticos: fibras dietéticas que son alimento para las bacterias buenas de nuestros intestinos. También es importante aumentar nuestra ingesta de alimentos fermentados, que añaden probióticos beneficiosos.

Lo esencial:
La Dieta Psicobiótica está diseñada para apoyar nuestra salud intestinal y bienestar mental a través de una dieta variada y nutritiva. Incluye una rica variedad de verduras como ajo, puerros, repollo y espinacas, además de frutas como bayas, higos y aguacates. Los frutos secos y semillas como los pistachos y las almendras y los cereales integrales como la avena, el bulgur y el farro también son elementos importantes. Las legumbres como los frijoles y las lentejas proporcionan una fuente adicional de fibra, mientras que las grasas saludables como los omega-3 y el aceite de oliva favorecen la salud en general. Los alimentos fermentados como el yogur, el kéfir, el chucrut y el kimchi enriquecen nuestro microbioma con probióticos beneficiosos. La adición de especias como orégano, albahaca y canela y la inclusión de prebióticos que favorecen el crecimiento de bacterias buenas completan esta dieta holística que ayuda a reducir el estrés y potenciar nuestra salud mental.

Conclusión: ¿La dieta del futuro?

Una dieta psicobiótica está demostrando ser una estrategia prometedora para reducir el estrés y mejorar la salud mental. En un mundo donde el estrés y la ansiedad parecen ser compañeros constantes, cualquier paso para sentirnos mejor es bienvenido. Aunque la dieta psicobiótica es todavía relativamente nueva en el mundo de la ciencia, no se puede ignorar su potencial para mejorar la salud y una mayor resistencia al estrés. Tal vez sea hora de volver a la naturaleza y empezar a comer de una manera que cuide no sólo nuestro cuerpo, sino también nuestra mente.

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