Cuando París decide fabricar una berlina eléctrica premium, nace el DS N°8, un coche que huele a perfume, rechina el silencio y plantea una pregunta seria: ¿por qué debería seguir conduciendo un alemán?
SD El N°8 es un coche que casi merece elogios por su apariencia. Carrocería bitono, una firma ligera con más estilo que la nueva colección. San Lorenzo, y un interior donde hay más detalles que en una escena de ópera promedio.
Pero como ocurre con toda creación francesa: La forma es solo el comienzo. La pregunta es: ¿cantará también el N.° 8 o se quedará en un aria visual?
DS N°8: Dimensiones y proporciones: medidas para el prestigio
Con unos 4,8 metros de largo, el DS N.° 8 se adentra en un segmento donde circulan diplomáticos, arquitectos con monturas azules y académicos parisinos. No es un coloso bávaro en cuanto a dimensiones, pero tiene la suficiente seguridad como para aparcar junto a uno.
¿Dónde ubicarlo? En un punto intermedio entre el BMW Serie 5 y el Audi A6, con un toque francés que se niega a imitar, sino que define su propio tono. Y este tono a menudo enfatiza... d.
Motor y tracción: ¿delantero, trasero o ambos?
El DS N°8 ofrece varias versiones: desde la versión básica con tracción delantera hasta las versiones híbridas enchufables de cuatro ruedas más potentes que combinan gasolina y electricidad. ¿Versión eléctrica? Va despacio. Por ahora, DS sigue construyendo un puente entre lo antiguo y lo nuevo.
Y cuando este puente está en funcionamiento —con una potencia de unos 300 CV, una autonomía eléctrica de hasta 60-70 km y una conducción extremadamente refinada—, casi puedes olvidarte de la gasolinera. Casi.
Interior: Barroco parisino con un toque moderno
La cabina n.° 8 es más una sala de estar de lujo que el interior de un coche. Alcántara azul, cuero, botones de cristal y detalles dorados que hasta el Rey Sol estaría encantado de firmar, si tan solo supiera de iluminación LED.
Todo huele a una experiencia artesanal. Y, literalmente, DS incluso tiene su propio perfume. Es comprensible, porque esta es una división automotriz que se atreve a ser diferente. Y les doy todo el crédito por ello.
Comodidad y conducción: suavidad con carácter
Conducir el DS N°8 es… comodidad a la francesa. Suspensión suave, materiales silenciosos, tecnología de amortiguación activa y un silencio interrumpido solo por tu propio suspiro. No busca la deportividad, sino la elegancia. Y, sin embargo, al pisar el acelerador, no te encuentras a un ritmo de museo.
El N.° 8 no es un coche para duelos en carretera. Pero sí puede afrontar fácilmente el trayecto de 800 km hasta la Costa Azul sin estrés, con masaje y asiento calefactable. Sí, también lo tiene.
Tecnología: minimalismo elegante (con algunas concesiones)
El sistema de infoentretenimiento N.° 8 es intuitivo, aunque visualmente emocionante. El navegador puede planificar rutas con paradas eléctricas (en la versión híbrida enchufable), y el panel de instrumentos digital es limpio y despejado. Solo faltan unos altavoces de primera categoría, porque, hablando de ópera...
Precio y posicionamiento: un aristócrata con una etiqueta provocadora
El DS N.° 8 no es barato, ni pretende serlo. Los precios parten de unos 57.000 € y suben rápidamente. Pero los competidores de Múnich, Ingolstadt y Stuttgart tampoco hacen concesiones. Lo que DS ofrece es una alternativa: un coche que no es para las masas, sino para quienes se atreven a mirar por encima de la valla.
El n°8 empieza en 57.700 € – esta es la versión básica Palacio Con una batería más pequeña de 74 kWh y tracción delantera. Pero quienes quieran algo más (un motor más potente, una batería más grande de 97 kWh y mejor equipamiento) tendrán que rascarse el bolsillo. 63.100 € por Palacio con una batería más grande o 71.000 € para la versión EstrellaMil o cuatro más arriba, y ya estás en 75.000 € Para la versión con tracción en las cuatro ruedas. Y si ya te da vueltas la cabeza, salta el último número: Edición Julvern – equipados de manera regia, sin concesiones – 81.000 €Pero bueno, al menos el configurador te ahorra un ataque de nervios porque ya tiene todo en el paquete.
Conclusión: el francés más amable que puede aparcar delante de tu casa.
El DS N°8 es todo lo que un coche francés debería ser: audaz, sofisticado, lleno de detalles que te cautivan. Es un símbolo de individualismo en un mundo de lujo uniformado. Y aunque quizá no conmueva a las masas, cautivará a cada uno.