Todos conocemos el dicho “Los opuestos se atraen”, pero al parecer no es así. Los científicos han investigado si los opuestos se atraen.
¿Se atraen los opuestos? La creencia general es que Un compañero ordenado se equilibrará con otro al que no le importe demasiado el orden. Él escucha música clásica, ella escucha punk. A él le gusta ser ordenado, a ella no tanto. Él tímido, ella habladora. Al comienzo de una relación, los opuestos pueden atraerse. Las diferencias son emocionantes. A primera vista, el dicho “los opuestos se atraen” parece cierto. Pero en el transcurso de la relación, a lo largo de meses y años, estas diferencias pueden convertirse en obstáculos y provocar conflictos. Especialmente cuando se trata de diferentes puntos de vista y valores.
¿Se atraen los opuestos?
Se cree que personas con cualidades, experiencias y personalidades muy diferentes se atraen entre sí. El primer defensor de esta tesis fue el sociólogo Robert Francis Winch, que estudió las parejas en los años cincuenta. Destacó la idea de que todos buscamos cualidades que nos faltan y que la pareja ideal es aquella cuyas cualidades se complementan. Esto significa que una persona introvertida elegiría una pareja más extrovertida. Quizás para volvernos más abiertos, más sociables.
Los opuestos se atraen se ha convertido en una especie de mantra del mundo moderno. En algunos casos, por supuesto, es pura verdad, probablemente cada uno de nosotros conoce un ejemplo. La variedad es el sabor de la vida y nuestro cerebro simplemente ama la novedad.
¿Qué dice la ciencia?
De hecho, investigaciones recientes han demostrado que la similitud es más atractiva. Al menos a largo plazo. Se supone que nos sentimos atraídos por personas similares a nosotros, con quienes compartimos intereses y características. Un estudio reciente encontró que, en promedio, las parejas comparten casi el 90 por ciento de sus características en común. Desde la religiosidad y la ideología política hasta factores de estilo de vida. Los participantes del estudio eran similares: bebían la misma cantidad de agua que su pareja y pasaban la misma cantidad de tiempo frente a la computadora. En general, eran similares en edad, origen étnico, educación, nivel de ingresos y, lo más importante, compartían creencias y valores fundamentales similares.
Según esta investigación, nos atraen las personas similares a nosotros. También se dice que la similitud es un indicador del éxito a largo plazo de la relación. Las personas similares tienden a estar de acuerdo en muchas cosas. Mientras que los opuestos se repelen, al menos en lo que respecta a las visiones de la vida, los valores y el temperamento. Entonces, ¿por qué sigue siendo tan prevalente la creencia anticuada de que los opuestos se atraen? Esto se debe a que los opuestos ciertamente pueden atraerse, pero esa atracción suele ser de corta duración. Especialmente si la pareja no comparte valores similares.