Tienes que dejarlo ir porque ya no es la misma persona que amabas.
Ya no es la persona que siempre te sonreía cuando tus ojos se encontraban. Ya no es el hombre que tiene tu corazón. Él es el hombre que robó tu corazón.
Tienes que dejarlo ir porque no volverá a ti. No importa cuánto te esfuerces por hacer que suceda y no importa cuánto lo desees.
¿Y si vuelve? No se quedará mucho tiempo. Sabes, solo es él, así es él, no tiene nada que ver contigo. El hombre que se aleja siempre será el que se escape una y otra vez. Él te convencerá de que es bueno, amable, que solo él es adecuado para ti. Pero no, solo es un cobarde. Eres valiente. Tú eres el que importa.
Un hombre como él solo toma y toma. No da nada. No piensa en nadie más que en sí mismo, pero no puedes ver eso en este momento. Aún no lo sabes porque te ha envuelto en su frío corazón.
No se merece el amor que le sigues dando. No se merece el hogar que le hiciste en tu corazón, tu belleza y pasión, porque no es hombre que se quede. Es un hombre que se va sin razón. Es un hombre al que no le importa a quién destruye en su camino. Es un hombre al que no le importa que lastime mientras él mismo sea feliz.
Tienes que dejarlo ir porque un día conocerás a alguien que lo hará parecer aburrido. Conocerás a alguien que te verá en colores brillantes y audaces. Conocerás a alguien que realmente te tratará con la dignidad y el respeto que te mereces.
Porque el hombre que todavía quieres desesperadamente no está pensando en ti. Sigues inventando historias en tu cabeza. Constantemente te preguntas qué está haciendo y si está pensando en ti o no. Crees que es el hombre adecuado para ti, pero en realidad no es más que un montón de confusión. Está obsesionado consigo mismo. A él no le importa nadie.
Déjalo ir porque no es digno de tu amor. Él no es digno de la lujuria que pones en él. No vale la pena estar en tu cabeza todo el día. Tienes que dejarlo ir, por tu propio bien.
Déjalo ir para que puedas empezar a amarte a ti mismo más de lo que lo amas a él. Tienes que dejarlo ir para empezar a vivir la vida que quieres en lugar de vivir la vida que desprecias.
Tienes que dejarlo ir para demostrarte que puedes hacerlo. Para demostrarte a ti mismo que estás mejor sin él, para permitirte estar bien contigo mismo.
Tienes que dejarlo ir para demostrarte que ya no lo necesitas, que eres capaz de vivir una vida plena sin él. Y tienes que dejarlo ir para finalmente volver a creer en ti mismo.
