¿También estás constantemente agobiado por tus finanzas? Independientemente de su situación financiera, está claro que el dinero y la salud mental están estrechamente relacionados, pero no de la forma en que podría pensar.
Nuestra gestión del dinero está influenciada en gran medida por nuestras emociones, incluido nuestro estado de ánimo. Los gastos excesivos y las compras impulsivas son mecanismos comunes para hacer frente a los sentimientos desagradables. La investigación también confirma que es más probable que desperdiciemos dinero cuando estamos estresados.
Gastar dinero le da una gratificación instantánea, lo que desencadena una oleada de dopamina en todo el cuerpo. Pero cuando el efecto de esa hormona desaparece, nos quedamos donde empezamos, solo con algo de culpa o estrés adicional. Entonces, ¿cómo salir de este círculo vicioso y garantizar la paz financiera?
Desarrolla fuertes hábitos de dinero
Para empezar, sé consciente de tus emociones, sentimientos. Antes de ir a la tienda o abrir una aplicación de compras, detente. ¿Cómo te sientes? ¿Estás hambriento, solo, enojado, molesto? ¿Solo cansado? Saber que la emaciación es solo una respuesta a la incomodidad lo ayudará a cambiar este comportamiento.
Encuentra otras formas de sentirte bien
Al principio, será difícil romper con el hábito de comprar por impulso. Pero cuando descubre que solo está comprando para encubrir el mal humor o las emociones negativas, es hora de considerar otras formas de lograr la satisfacción.
Hablar con un amigo, asistir a una clase, hacer ejercicio, escribir un diario, limpiar tu casa,... cada uno de nosotros tiene su propio camino. Al principio, todo será más rápido de lo que puedas, pero pronto aprenderás que puedes cambiar tu estado de ánimo, sin gastar dinero. Tu cerebro también se adaptará a esto.
Prémiate de vez en cuando
Al igual que con las dietas, la autoprivación severa no dura mucho tiempo. Renunciar espartanamente a algo que has amado durante mucho tiempo no te llevará muy lejos. Intentar justificar cada euro que gastas solo te llevará a la ansiedad. En sus hábitos de gasto, por lo tanto, es importante dejar algo de espacio para la indulgencia ocasional.
Solo asegúrese de gastar el dinero con un propósito y de una manera que se alinee con sus valores. Puedes convertirlo en una regla personal para nunca comprar nada impulsivamente. Cuando algo te tiente, espera al menos una noche, duerme y decide comprar solo al día siguiente.