La industria de la moda se ha transformado radicalmente en las últimas dos décadas: las revistas impresas han sido reemplazadas por algoritmos, y las tendencias ya no emanan necesariamente de lo alto de un rascacielos de Manhattan, sino de los teléfonos inteligentes, los feeds de Instagram y las publicaciones virales de TikTok. Pero a pesar de todo esto —o quizás debido a ello— uno de los mayores iconos de la moda del cine está de vuelta. Miranda Priestly, editora con un inquebrantable sentido de la perfección (y una total indiferencia hacia cualquier debilidad humana), regresa al mundo de la moda.
UnidoAgosto 1, 2013
Artículos2.020
Con sus publicaciones, Janja informa sobre las novedades destinadas a nuestros usuarios.
Si has visto la película «Comer, rezar, amar» al menos una vez y te ha entrado el gusanillo de amasar tu propia pasta en el plato, entonces estás en el lugar indicado. Hacer pasta en casa se ha convertido casi en una actividad terapéutica: harina, huevos, un rodillo y mucho cariño, y ya tienes medio camino recorrido hacia la satisfacción culinaria. Pero seamos claros: sin una buena máquina para pasta, todo se complica rápidamente. Aquí tienes una selección de los mejores aparatos y utensilios imprescindibles que te permitirán disfrutar de la dolce vita en casa.
La industria cosmética coreana lleva mucho tiempo marcando la pauta en el cuidado de la piel. Su filosofía es sencilla pero eficaz: cuidado en varias capas, énfasis en la hidratación y el uso de ingredientes naturales que favorecen la regeneración cutánea. Todo ello sin químicos excesivos, procedimientos irritantes ni promesas vacías. Y lo que es especialmente interesante: muchos de los «secretos» coreanos para una piel joven se pueden preparar en casa. A continuación, te presentamos una receta para un bálsamo efecto bótox.
No hay nada mejor que entrar en una casa que huele a limpio, fresco y... sí, un poco a "Soy de esas personas que siempre tienen la ropa de cama recién lavada". Pero la realidad suele ser mucho más banal: un poco de sudor, cocinar, mascotas, rincones cargados de humedad... Y de repente, tu casa parece más un estudio de estudiante que un oasis de paz digno de Instagram. Cómo crear un hogar perfumado.
Para la mayoría, lavar la ropa es una tarea doméstica rutinaria: seleccionar un programa, dosificar el detergente, añadir suavizante para un acabado impecable y pulsar el botón de inicio. Pero el resultado final —ropa suave y perfumada que nos envuelva en una sensación de limpieza— suele ser decepcionante. En lugar de frescura, nos recibe un aroma artificial apenas perceptible. Peor aún: a veces, la ropa que sale de la lavadora huele como si hubiera estado guardada en un armario sofocante o como si se hubiera usado para correr bajo el calor del verano.
El invierno está a la vuelta de la esquina, y con él llega la pregunta clave: ¿estás preparado para la nieve, el frío y el viento? Y lo más importante: ¿está tu chaqueta de plumas lista para ti? Mucha gente se enfrenta a un dilema al comienzo de la temporada: su chaqueta de plumas del invierno pasado necesita una renovación, pero ¿cómo lavarla sin arruinar su suavidad? Un paso en falso, y tu chaqueta de invierno favorita se convertirá en un triste montón de plumas, más apropiada para el sofá que para un paseo por calles nevadas. ¿Cómo lavar una chaqueta de plumas en casa?
La lana ha sido sinónimo de calidad, calidez y sofisticación durante siglos. Se utiliza para confeccionar los mejores suéteres de invierno, elegantes bufandas y gorros clásicos: prendas que no solo son funcionales, sino también estéticamente atractivas durante los meses fríos. Sin embargo, este material natural, obtenido del pelo de oveja, requiere un cuidado especial, ya que incluso un pequeño error durante el lavado puede hacer que una prenda querida encoja, se arrugue o pierda su forma. Y seamos sinceros: ¿quién no ha sacado de la lavadora un suéter que era para un adulto antes de lavarlo, pero que después le queda a un niño pequeño? ¿Cómo lavar correctamente la ropa de lana?
Un desagüe atascado es una de esas molestias que siempre nos pilla desprevenidos, sobre todo cuando menos tiempo tenemos y más platos sucios. El desagüe empieza a tragar agua poco a poco, pronto el fregadero empieza a echar espuma y a oler mal, y te encuentras ante un dilema clásico: comprar un limpiador químico fuerte que huele fatal y a menudo daña las tuberías, o llamar a un fontanero y prepararte para un pequeño descalabro económico.
La mayoría lavamos nuestros vaqueros como si fueran camisetas de algodón de segunda mano: agua caliente, detergente fuerte, ciclo largo. ¿El resultado? De un elegante azul marino a un gris deslavado antes incluso de que termine la temporada.
Nuestras manos son la primera línea de batalla diaria: lavan platos, teclean hasta el cansancio, cargan bolsas y, a menudo, no reciben el cuidado adecuado. Mientras cuidamos meticulosamente nuestro rostro con una rutina de diez pasos y sérums selectos, nuestras manos suelen quedar descuidadas, y son las que revelan nuestra edad más rápidamente. Piel seca y arrugada, manchas y aspereza son solo algunos de los signos que aparecen sigilosamente antes de lo que quisiéramos. Es hora de un exfoliante de manos casero y natural.
Cuando cuatro unos se alinean en el calendario, no se trata solo de una curiosa simetría: el 11 de noviembre es un día con un significado especial desde hace siglos. Mientras que algunos lo ven como una oportunidad para ir de compras al estilo del Día del Soltero chino, otros perciben un significado más profundo. Para muchos, es un día de transformación espiritual, energía mística y un portal simbólico que, según se dice, abre la puerta a una mayor consciencia personal.
El invierno es época de calcetines gruesos, calefacción excesiva y evitar todo lo superfluo. Nadie quiere romper una llave en una cerradura congelada en una mañana gélida ni destrozar con rabia la puerta del garaje que no abre. Pero si bien el invierno puede parecer una época de descanso, también es una temporada en la que los pequeños problemas pueden convertirse rápidamente en grandes problemas: las juntas agrietadas, las bisagras oxidadas y los mecanismos atascados no se solucionan solos.











