¿Eres vulnerable y abierto con la gente y expresas tus sentimientos con claridad? ¿Tu vida emocional es un caos y no puedes mantener una relación estable?
La habilidad más importante para mantener las relaciones es escuchar. Puede ser muy bueno expresándose, pero no está dispuesto a escuchar con paciencia y atención cuando alguien más está tratando de expresarse.
Estas son las herramientas que le ayudarán a convertirse en un mejor oyente:
Prestar atención
¿Puedes escuchar cuando estás distraído? Probablemente solo sea superficial: no puede sintonizar y prestar toda su atención cuando está pensando en otra cosa o no se siente bien. Es por eso que necesitas tomar un tiempo especial en tu relación para dedicarte a escuchar con calidad. Puedes organizar este momento con anticipación, pero habrá muchas otras ocasiones en las que tu pareja necesite que la escuches incluso cuando no estés de humor.
Si quieres convertirte en un mejor oyente, invierte en escuchar, lo que significa esfuerzo, energía, atención. Cuando tu pareja necesite tu atención, dásela. Si no sucede al mismo tiempo, termine primero lo que tiene y luego concéntrese en su pareja. Sin teléfono, sin televisión, sin distracciones: respira profundamente y concéntrate como si tuvieras todo el tiempo del mundo.
Paciencia
No interrumpas a tu pareja mientras habla. Escuche activamente, lo que significa sin juzgar, sin juzgar ni interferir, con paciencia. La paciencia es la habilidad más importante entre las habilidades más importantes.
Cuando se tome el tiempo para escuchar a su pareja, déle permiso para expresarse plenamente en una dinámica que funcione para ella. A veces las personas necesitan cierto tiempo para captar un pensamiento, conectar lo que sienten y lo que quieren expresar, a veces buscan las palabras adecuadas y hablan despacio.
Es especialmente importante no interrumpir la presentación de su pareja cuando tenga una conversación difícil sobre un tema delicado. Es natural querer ayudar y aconsejar cuando ve que la otra persona tiene dificultades, pero conténgase, haga sus preguntas más tarde y aconseje si la otra persona quiere saber lo que piensa al respecto. Asiente con la cabeza de vez en cuando y mira a tu pareja mientras habla para confirmar que estás presente y escuchando.
Observación
Mientras la otra persona habla, presta atención a sus expresiones faciales, gestos y postura corporal. Gran parte de la comunicación tiene lugar en un nivel no verbal, así que observe y absorba toda la información que pueda sobre cómo se siente su pareja. Además de darle una buena percepción, profundizará su cercanía.
Repite brevemente lo que dijo tu pareja.
Cuando su pareja deje de hablar, repita brevemente lo que dijo. Este simple acto le mostrará a la otra persona que has estado escuchando, y también servirá para confirmar que entendiste lo que se dijo correctamente. Si dijo algo incorrecto, este paso aclarará cualquier malentendido. Si no está seguro de haber entendido, haga preguntas que aclaren mejor lo que su pareja quería decir.
Ofrecer apoyo, pero no con consejos y opiniones.
Esto es muy importante: pregúntale a tu pareja qué quiere que hagas, qué necesita de ti. A veces es necesario escuchar atentamente al interlocutor para que se escuche a sí mismo y al final se sienta aliviado y sepa las respuestas que buscaba. A veces necesita tu opinión y consejo. Deje que su pareja decida lo que necesita, incluso cuando esté seguro de que tiene una solución simple y solo tiene que aceptarla. Esto es parte del respeto a la individualidad y la libertad de otra persona.
El regalo más grande que le puedes dar a alguien es tu presencia, reflejada en tu atención indivisa. Esta es la energía que pones en la relación y la otra persona la siente con fuerza. La escucha real y la comprensión profunda con plena atención construyen una cercanía duradera.