¿Aún recuerdas el durmiente o el gs? Coches que, en algún momento del pasado, significaron diferentes productos de esta marca. Sí, los franceses, cuyas palancas de cambio estaban sacadas del salpicadero, las luces seguían a las ruedas delanteras, o la suspensión hidráulica, que tanto se ha puesto de moda en los últimos años. Diseño y tecnologías que siempre se han adelantado a su tiempo. Citroën quiere hacer precisamente eso con el C4 Cactus. Quiere volver a su filosofía central de marca, que era innovación y diferencia, diversión y provocación. También la asequibilidad y el consiguiente estatus de culto entre las masas. Atrae a los jóvenes y a los jóvenes de corazón. Atrae a los urbanitas y a aquellos que quieren ser diferentes. ¡El Citroën C4 cactus es ante todo un producto diferente! Y esto es lo que Citroën siempre ha intentado ser.
cactus
Así como un cactus no puede vivir en la sequía y el calor, el estudio Citroën Cactus M no puede vivir en agua viva, ya que el coche es impermeable. Se trata de un concepto vivaz que rezuma el espíritu libre del mítico modelo Méhari, considerado uno de los coches más bonitos y sencillos de la marca francesa, y que surgió a partir del modelo C4 Cactus y de otro estudio Aircross, que se presentó en en el Salón del Automóvil de Shanghai en abril.