"Una mentira es como una bola de nieve; cuanto más la empujamos, más grande se vuelve". - Martín Lutero
un mito
Tus amigos y familiares probablemente te hayan contado algunos "hechos" sobre el cuerpo humano, o incluso hayas leído sobre ellos en línea. Tal vez los creíste o no, pero estos son los conceptos erróneos más comunes que se han extendido entre las personas por alguna razón. Vea a continuación cuáles son los siete conceptos erróneos sobre el cuerpo humano que más a menudo nos "venden".
La belleza requiere sacrificio, dicen. Y muchas mujeres hacen sacrificios fácilmente para mantenerse bellas. Sin embargo, muchas veces resulta que muchas de las acciones y creencias habituales para mantener una apariencia perfecta en realidad no son necesarias, y mucho menos útiles. Muchos mitos de la belleza no solo desperdician nuestro tiempo y dinero, sino que también dañan nuestra apariencia.
¿Recuerdas esas frases que se te quedaron grabadas en la mente cuando querías hacer algo, pero tus padres te decían que no debías porque te enfermarías o que debías comer espinacas si querías estar fuerte y saludable? Y los creíste, porque eran hechos y mitos comunes que todavía están en uso hoy en día.
El azúcar en realidad no te hace hiperactivo La ciencia ha demostrado que no existe tal cosa como un "golpe" de azúcar. Tus miedos son...
¿Crees en ilusiones sobre el amor que te decepcionan una y otra vez? ¿Crees que el amor debería ser como un cuento de hadas?
Hay algo acerca de los demonios que no podemos resistir, incluso si no somos supersticiosos. ¿Hay alguna persona en algún lugar que nunca haya agarrado un botón al encontrarse con un deshollinador? O, ¿quién nunca ha tocado madera? Aunque no seamos supersticiosos, los demonios despiertan dudas, pero ¿y si pudiera ser verdad?
Todos hemos estado allí. ¿Chicle tragado? Mientras vemos nuestra serie favorita o charlamos con amigos, sin querer nos hemos tragado un trozo de chicle. Y entonces nos invadió el miedo: '¡¿De verdad este chicle se quedará dentro de mí durante los próximos siete años?!' Bueno, queridos lectores, hoy vamos a desvelar la verdad sobre este persistente mito.