Una nutrición adecuada y una hidratación suficiente son dos factores clave que contribuyen a obtener resultados óptimos de nuestro ejercicio. Por ello, en el camino hacia la anhelada meta deportiva, debemos asegurarnos de consumir alimentos que satisfagan las necesidades de nuestro organismo antes y después del ejercicio.
De 30 a 40 minutos antes del ejercicio, es adecuado ingerir alimentos compuestos por carbohidratos simples, que aportan energía, y proteínas saludables, que contribuyen a la rápida recuperación de los músculos.
Antes de entrenar, tomemos un refrigerio:
- Mantequilla de maní + pan integral
- Yogur griego + arándanos frescos
- Requesón bajo en grasa + melón
- Frutos secos + nueces + unos trocitos de chocolate negro
- Plátano + mantequilla de almendras
Después del ejercicio, el tiempo es esencial. No esperes demasiado, porque lo mejor es comer una comida saludable 20 minutos después de entrenar. Elija entre alimentos ricos en proteínas, ya que el cuerpo necesita material para una recuperación muscular exitosa después de un entrenamiento extenuante.
Después del entrenamiento, nos damos el capricho de:
- Tortilla de huevos + ensalada
- Pechuga de pollo a la plancha + batatas asadas
- Camarones a la plancha + arroz integral
- Ensalada de atún + panecillo integral
- Tofu frito + arroz con verduras
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Si no tienes tiempo para preparar una comida saludable, bebe un batido saludable o toma un plátano y un vaso de yogur griego. Y lo más importante: ¡bebe mucha agua!
Adaptado y adaptado de:
www.mindbodygreen.com