¿Es usted de los que plantó albahaca, perejil y menta en su jardín y luego disfrutó haciendo mantequilla de hierbas y pan de hierbas? Genial, pero… ¿sabías que también puedes plantar flores y no sólo decorar tu plato con ellas, sino crear platos increíblemente aromáticos, deliciosos y coloridos? Las flores comestibles no son sólo una tendencia, sino un auténtico renacimiento culinario, ya adorado en secreto por los mejores chefs del mundo.
Si crees que las flores son sólo para un jarrón o para Instagram, piénsalo otra vez. Puedes usar algunos de ellos como picante. condimentar, un añadido aromático o incluso la estrella principal del plato. Además, también mejoran visualmente cada comida (porque, seamos sinceros, también comemos con los ojos). A continuación se muestra una lista de 15 flores comestibles, que puedes plantar fácilmente en el jardín de tu casa, crear platos coloridos con ellas y, al mismo tiempo, convertirse en la estrella de cada cena.
una rosa
Elegante y fragante, con un sabor floral ligeramente picante. Ideal para jarabes, tés, gelatinas o incluso como decoración dulce para tartas y postres. ¿Agua de rosas? Un truco culinario imprescindible para los amantes de la cocina árabe.
Maravilla
Una flor que no sólo cura, sino que también impresiona por su color y sabor. Un tono ligeramente picante que recuerda al azafrán, lo que hace que la caléndula sea ideal para risottos, pastas y salsas de mantequilla.
lirio de día
¡Sorprendentemente delicioso! Los cogollos quedan excelentes empanizados y los pétalos son estupendos en ensaladas o platos al wok. ¿Gusto? Ligeramente parecido al guisante con una pizca de dulzura.
Flor de calabaza
Una estrella entre flores comestibles. Rellenos de ricotta, fritos o simplemente horneados, tiernos y con un ligero sabor a nuez. Un auténtico lujo de verano.
Girasol
No sólo las semillas sino también las flores jóvenes y los brotes son comestibles. Tienen un sabor a nuez, ligeramente picante, que enriquece ensaladas y platos a la parrilla.
Árbol mas viejo
Flores con un aroma sofisticado y dulce que aromatiza maravillosamente jarabes, gelatinas o incluso vino casero. ¡Romance casero en un vaso!
Violeta
Delicado, con un sabor suave, casi a caramelo. ¿Violetas confitadas? ¡Sí, por favor! Añaden variedad a pasteles, galletas y cócteles espumosos.
Lavanda
Su aroma es fuerte, pero si se usa con sensibilidad, crea verdadera magia en postres, galletas e incluso helados. A ella también le encanta la limonada.
Diente de león
Los cogollos se marinan como alcaparras, las hojas adornan ensaladas y las flores son una base maravillosa para el vino. Y sí, es gratis, si tienes césped.
Capucho
¡Diva picante! El sabor recuerda al cebollino y los colores recuerdan al ave del paraíso. Excelente en ensaladas o como un complemento estético a un plato.
Madrastra
Suave, decorativo y versátil. Perfecto para postres, cubitos de hielo, así como ensaladas, donde la paleta de colores juega un papel importante.
Manzanilla
No sólo para tomar en té: también es delicioso con helado, miel o galletas. Un ligero sabor a manzana con un efecto calmante y relajante.
Clavel
Los pétalos son ligeramente picantes y el sabor recuerda al clavo. Útil en compotas, jarabes e incluso cócteles para adultos.
Dalia
Del tubérculo al pétalo: la dalia es un rompecabezas culinario. El sabor varía entre manzana, rábano y patata. Ideal para experimentadores.
Terciopelo
Nota cítrica ligeramente amarga, ideal para platos refrescantes. Pero cuidado: utiliza sólo la variedad comestible, ¡no todas las margaritas son iguales!
¡El futuro gourmet huele a flores! Si quieres añadir algo de color, fragancia y –seamos honestos– encanto fresco a tu cocina, es hora de pensar en tu propio rincón de “poder floral” en el jardín. No lo olvides: las flores deben ser orgánicas, libres de pesticidas y de origen confiable. ¡Porque las flores ya no sólo son para el romanticismo, sino también para el menú!