Perdón por lastimarte y olvidarte tantas veces. Te amo.
Lamento no haberte amado lo suficiente. Lo siento por siempre hacerte pasar un infierno y esperar que seas feliz y en paz. Lo siento porque te prometí que nunca más te lastimaría, pero rompí mi palabra. Siento no cuidarte como debería.
Lo siento, fui desconsiderado. Porque no te detengo cuando sé que te vas a meter en problemas. No te aviso cuando puedo ver claramente las señales rojas. No siempre te digo la verdad. Lo siento si a veces te doy de comer las mentiras que quieres oír.
Lamento no haber aprendido lo suficiente de mis errores. Lamento haberte hecho pasar por la misma situación una y otra vez. Lo siento por agotarte y pedirte que hagas más de lo que puedes. Lo siento por llenarte de dolor y tristeza en lugar de amor y alegría. Todavía estoy aprendiendo mis lecciones y lamento que tengas que pasar por todo esto y pasar por el dolor conmigo.
Siento que a veces te pida que te conformes con mucho menos de lo que realmente quieres. Mucho menos de lo que te mereces y mucho menos de lo que realmente amas. Lo siento, solo te di pedacitos de amor. Lamento haberte puesto en una posición en la que realmente no puedes darlo todo. Lo siento por todo el amor a medias que has recibido.
Lamento no haber sido honesto contigo. Lo siento por no protegerte o guiarte de la forma en que debería haberlo hecho. Lamento no haberte dado un mundo perfecto para vivir feliz. Lamento que hayas tenido que pasar por todo esto conmigo, pero aún estás aquí. Todavía crees en mí. Todavía me escuchas. Todavía confías en mí. Sigues siguiéndome ciegamente. Y te debo el mundo por eso.
Te prometo que de ahora en adelante siempre serás lo primero. Tendrás un lugar especial en mí, habrá todo lo que realmente deseabas y más. No faltará el amor que siempre has deseado. Te pagaré por cada pequeño corte y cada pequeña herida que te he causado. Te prometo que será el tipo de amor que te sanará. El tipo de amor que lo conquista todo. Ante lo cual sentirás que nunca has sido herido o quebrantado.
Te prometo que no te delataré tan rápido la próxima vez. Fuiste paciente. Fuiste amable. Fuerte. Conmigo sufriste más que nadie y todavía crees en mí. Y por eso, no te defraudaré de nuevo.
Te mereces el mundo. He aprendido mi lección. Te prometo que la próxima vez que te lleve a otro viaje, nos iremos a casa. A la vivienda que estabas buscando. Donde revives todos los latidos que han muerto en ti. Donde llenas todo el vacío que te rodea.
Confía en mí, lo digo en serio esta vez. Es lo menos que puedo darte. Has pasado suficientes días dolorosos y estresantes conmigo y ahora es el momento de que seamos el mayor amor del otro. Te amo.
