Algunas personas comen todo lo que tienen a su alcance en momentos de estrés. ¿Por qué, en todo caso, no preferirías comer algo saludable?
¿Qué comer cuando estamos bajo estrés? El estrés es el desencadenante de muchas enfermedades, y si es crónico, también amenaza a los glóbulos blancos, lo que hace que el organismo sea más susceptible a virus y bacterias. En la lucha contra el estrés, la nutrición, es decir, los alimentos que ingieres, es un aliado importante.
Una correcta alimentación es de gran importancia en la lucha contra la “enfermedad del hombre moderno” y estos son los alimentos que te ayudarán a absorber el estrés.
fresas
Las bayas están llenas de fibra, vitaminas y minerales. Las fresas, los arándanos, las frambuesas y las moras contienen antioxidantes llamados antocianinas, que protegen los nervios y combaten bien el estrés.
Tipos grasos de pescado
Los pescados grasos como las sardinas, la caballa y el salmón son ricos en ácidos grasos omega-3 y vitamina D, que son la primera línea de defensa contra el estrés. No solo son importantes para la función cerebral, sino que también pueden ayudarte a combatir el estrés crónico.
Brócoli
El brócoli es muy rico en magnesio, vitamina C y ácido fólico, que son buenos aliados en la lucha contra el mal humor.
Este vegetal es muy deseable en el menú, ya que su ingrediente sulforafano reduce el colesterol malo y la presión arterial, y se ha demostrado que tiene fuertes propiedades antibacterianas, antivirales y antifúngicas.
Acelga
Se estima que unos 150 gramos de acelgas contienen alrededor de un 36 por ciento de magnesio, que juega un papel muy importante en la respuesta de nuestro organismo al estrés crónico. Los niveles bajos de este mineral se han relacionado con afecciones como la ansiedad y los ataques de pánico. El estrés persistente reduce el nivel de magnesio en nuestro cuerpo, y la sopa de acelgas podría ser la elección correcta después de un día largo y estresante.
Huevos
Los huevos son una fuente natural de muchos tipos de vitaminas, minerales, aminoácidos y antioxidantes necesarios para una respuesta adecuada al estrés. Las yemas son especialmente ricas en colina, un nutriente que se encuentra solo en unos pocos alimentos. Se cree que la colina ayuda a controlar la acumulación de colesterol.
También ayuda a enviar impulsos nerviosos, especialmente los que se usan en el cerebro para formar la memoria.
