Después de más de un año de vivir con la pandemia, una pregunta de alguna manera se vuelve más importante que todas las demás. ¿El nuevo coronavirus desaparecerá alguna vez de nuestras vidas?
La respuesta a esta pregunta no es sencilla y, de hecho, nadie puede responderla con precisión. Por ejemplo, los científicos creen que el nuevo coronavirus estará con nosotros durante décadas, pero eso no significa que representará la misma amenaza que el año pasado.
El nuevo coronavirus apareció a finales de 2019 en China, pero es difícil predecir cómo se comportará a largo plazo. Muchos expertos creen que con el tiempo, la enfermedad causada por este virus, el COVID-19, eventualmente se debilitará al nivel de un resfriado común. Y esto también representa la mayor esperanza.
Tal escenario es posible ya que las personas desarrollan inmunidad con el tiempo, ya sea a través de la infección o la vacunación. Otros virus también siguieron un camino similar, bastante comparable. Por ejemplo, la pandemia de influenza de 1918 ofrece información sobre el posible curso de la nueva pandemia de coronavirus y el virus COVID-19.
El CDC de EE. UU. estima que un tercio de la población mundial estaba infectada en ese momento por un virus que se transmitió a los humanos a través de las aves. Pero eventualmente la enfermedad dejó de propagarse rápidamente debido a que muchas personas murieron por los efectos de esta gripe o porque desarrollaron inmunidad al virus. El virus luego mutó a una forma menos contagiosa, que según los expertos todavía circula entre la población hoy.
Por otro lado, la aparición de nuevas variantes de COVID-19 podría complicar las cosas si las futuras mutaciones del nuevo coronavirus son tales que causan una forma más grave de la enfermedad o evaden el efecto de la vacuna.
Dada la posibilidad de reinfección en personas que ya han tenido la enfermedad o han sido vacunadas contra ella, es poco probable que se extinga.
El único virus que ha sido erradicado de la población humana es el de la viruela. La razón fue que las personas desarrollaron inmunidad a largo plazo al virus después de haber sido infectadas o vacunadas.
Fuente: AP
