Cuando trabajas desde casa, ¿te encuentras a menudo frente al frigorífico abierto para buscar algo para comer, aunque no tengas mucha hambre? ¿Ha notado que su peso aumenta lentamente y su productividad disminuye debido al cambio constante a los refrigerios? ¿Comer en exceso te pone nervioso?
¿Cómo dejar de comer en exceso? Trabajar desde casa se ha convertido en una nueva realidad para muchos empleados alrededor del mundo. Sin embargo, trabajar desde casa también trae consigo sus propios desafíos, entre los que destaca la búsqueda constante de comida y snacks. Este fenómeno no sólo supone un riesgo para la salud por un posible aumento de peso, sino que también puede afectar la productividad y el bienestar general.
¿Por qué se come en exceso?
Estrés y aburrimiento
Trabajar desde casa a menudo significa lidiar con el estrés debido a horarios de trabajo poco claros, falta de interacciones interpersonales y dificultad para separar el trabajo y la vida personal. El estrés puede llevar a una alimentación emocional, en la que las personas utilizan la comida como una forma de consuelo. Además, el aburrimiento que surge de la monotonía del entorno doméstico fomenta la búsqueda de comida como forma de entretenimiento o interrupción de la rutina.
Falta de estructura
Trabajar desde casa a menudo carece del horario estructurado que encontraría en un entorno de trabajo tradicional. Esta falta de estructura puede provocar hábitos alimentarios irregulares y, en consecuencia, un aumento de la ingesta de alimentos durante el trabajo.
Disponibilidad de comida
Una de las principales razones por las que se come en exceso cuando se trabaja desde casa es la disponibilidad inmediata de alimentos. Cuando la cocina está a sólo unos pasos de distancia, es más fácil ceder a los antojos impulsivos de bocadillos, independientemente del hambre.
Espacio de trabajo y de vida
La falta de una separación clara entre el trabajo y el espacio vital puede desdibujar los límites entre las horas de trabajo y el tiempo libre, lo que resulta en búsquedas frecuentes de comida y refrigerios como hábito de trabajo.
Estrategias para prevenir la búsqueda constante de alimento
Establecer horarios específicos para las comidas y los descansos puede ayudar a mantener hábitos alimentarios regulares y reducir la necesidad de alimentos. También es importante que los horarios de trabajo estén claramente definidos para mantener un equilibrio entre trabajo y tiempo libre.
Técnicas de manejo del estrés.
Prácticas como la meditación, el yoga o ejercicios físicos breves pueden ayudar a reducir el estrés y reducir la probabilidad de comer emocionalmente.
organización del espacio
Separar el espacio de trabajo de la cocina y el comedor ayuda a reducir la alimentación impulsiva. También es útil tener snacks saludables disponibles y evitar comprar opciones poco saludables.
Planificación de comidas y meriendas saludables.
Preparar las comidas con anticipación y elegir refrigerios saludables puede prevenir decisiones alimentarias impulsivas y garantizar que haya mejores opciones disponibles. El uso de aplicaciones de seguimiento de alimentos y hábitos saludables puede proporcionar información sobre los patrones alimentarios y ayudarle a ajustarlos. Los recordatorios y las alarmas pueden servir como recordatorios de las comidas y descansos habituales, lo que reduce la probabilidad de comer en exceso.
Trucos para evitar comer en exceso
alarma de agua
Establece recordatorios para beber agua cada hora. Muchas veces confundimos sed con hambre. Beber agua no sólo te hidrata, sino que también puede reducir las ganas de comer en exceso innecesariamente.
Reglas de cinco minutos
Si siente la necesidad de comer algo, programe un cronómetro de cinco minutos. Durante este tiempo, distráigase con otra actividad: una caminata, una breve meditación o una tarea doméstica. Muchas veces el antojo de un snack pasará.
Establecer una hora de merienda
Si es inevitable comer en exceso durante el trabajo, establezca momentos específicos del día en los que se permitan refrigerios. Esto le ayuda a mantener el control y evita mordiscos constantes.
Introducir snacks que requieran algo de esfuerzo.
Elija refrigerios que requieran cierta preparación o esfuerzo antes de comerlos; por ejemplo, debe pelar una naranja o preparar un sándwich pequeño. El esfuerzo adicional puede reducir el comer en exceso impulsivamente
Intercambiar bocadillos
Reemplaza los snacks ricos en calorías por alternativas saludables. Por ejemplo, reemplace las patatas fritas con verduras y hummus o palomitas de maíz sin mantequilla añadida. Esto le permitirá seguir disfrutando de la comida, pero de una forma más saludable.
Crea una lista de "no comer"
Haga una lista de actividades que puede realizar en lugar de comer refrigerios, como dar un paseo corto, leer un libro, jugar con una mascota o escuchar música. Cuando sienta la necesidad de tomar un refrigerio, consulte esta lista para conocer opciones alternativas.
Es importante reconocer que cambiar hábitos es un proceso que lleva tiempo y que debes ser amable contigo mismo mientras te adaptas.