Las rupturas a menudo traen muchas lecciones. Te miras en diferentes espejos y no sabes lo que ves. A veces, lo mejor de ti crea una imagen tan distorsionada que tu imagen parece la peor versión de ti. ¿Te preguntas quién es la persona en el espejo? ¿Qué significa esta lección?
Te encuentras con alguien y te preguntas si lo vas a alejar porque eres quien eres, porque alguien frente a él te demostró en todos los sentidos que no eres suficiente, entonces sospechas que algo anda muy mal contigo. ¿Te preguntas si eres digno de amor, atención?
El dolor te hizo muy cauteloso y piensas bien antes de abrirte de nuevo y mostrar tu vulnerabilidad, espontaneidad, alegría y tristeza.
Tal vez te hayan lastimado, desilusionado, traicionado, engañado. Quizá sea mejor no correr más riesgos, probar algo diferente. Pero lo que es diferente, ¿cómo podrías convertirte en alguien que no eres?
Te enfadas y luego vuelves a correr riesgos. Ya no distorsionas tus palabras y acciones, ya no ocultas tus defectos, ya no disminuyes tu valor.
Dices lo que piensas y sientes. Luchas por lo que crees, pero al mismo tiempo tienes miedo de volver a perder.
Te parece que la nueva persona te ama por lo que eres. Él no tiene miedo de tu verdad. Tal vez tengas miedo porque has tratado de hacer lo correcto con las personas equivocadas en el pasado.
A esta persona le gusta todo lo que a los demás no. Lo que hizo que alguien se sintiera incómodo porque no era lo que esperaban de ti, porque no encajabas en sus suposiciones e ideas.
Esta persona respeta lo que otra persona ha dado por sentado. Te recuerda que no solo hay patrones, sino también personas correctas e incorrectas. Te demuestra que no hiciste nada malo, simplemente te enamoraste de la persona equivocada.
Ella te dirá todo lo que quieras escuchar, pero esta vez no será mentira. Esta vez tienes a alguien a tu lado que dice lo que dice, a quien le importa. Esta persona quiere ser parte de tu mundo.
Está ahí cuando lo necesitas, para cosas grandes y pequeñas. Esta persona te está mostrando que todas esas lecciones pasadas donde no hubo amor te trajeron a donde estás. Todos los errores que cometiste te acercaron a lo que es correcto, a lo que te mereces.
Estás donde tienes que estar y has recorrido un largo camino para conocer a la persona que te recordó que es fácil amarte, comprenderte y aceptarte.