Un hombre no determina tu valor. Especialmente no uno que no se quede el tiempo suficiente para ver tu verdadero yo.
No te conocen, solo ven una versión tuya que su mente ha elaborado a partir de sus experiencias y suposiciones pasadas.
El número de Me gusta no determina tu valor.
Todos en la aplicación de citas solo ven una instantánea tuya, una sonrisa congelada en el tiempo. No ven la forma en que tus ojos se iluminan cuando sonríes. Ellos ven sólo una fracción de la imagen completa.
Tu estado en Facebook no determina tu valor.
Nadie está usando este sitio para rastrearte. Lo usan para etiquetarse a sí mismos, para fingir que tienen una vida ordenada, para impresionar a las personas que creen que les están prestando atención pero no lo hacen. Nadie se da cuenta de que su estado está configurado como "soltero".
Tu belleza no determina tu valor.
Un espejo no puede decirte nada sobre ti. Él no sabe qué clase de alma tienes o cuánto trabajaste para llegar a donde estás. Aunque tu reflejo fuera perfecto, ¿realmente querrías estar con alguien que solo valora tu cuerpo?
Tus fotos de Instagram no definen tu valor.
Las parejas “felices” que aparecen en tu canal pueden haber tomado la foto después de una gran pelea, antes de un estallido de lágrimas, o durante o al borde de una ruptura. Nunca se sabe qué historia se esconde detrás de una foto.
Tu condición de soltero no determina tu valor.
Piensa en todas las mujeres empoderadas del mundo que no tienen un hombre a su lado. No son menos bellos o intelectuales solo porque están solos. La felicidad no está en el abrazo de un hombre. Todo lo que puedes hacer con él, puedes hacerlo sin él, hasta el orgasmo.
Claro, sería bueno decir adiós a la vida de soltero, pero no debes dudar de ti mismo, una relación no define tu valor. Depende solo de ti.