Los anuncios navideños son un elemento básico de la temporada navideña y algunas marcas son tan inteligentes que parece que las fiestas no existen sin ellos.
A medida que se acerca la temporada navideña, las canciones navideñas suenan a todo volumen en la radio y, mientras tanto, estamos en todo momento anuncios de navidad nos recuerdan lo que aún nos queda por comprar. Como se señala en el artículo publicado en Psicología Hoy Los anuncios navideños no sólo aprovechan las alegrías estacionales; profundizan en el complejo funcionamiento de nuestro cerebro y las asociaciones que tenemos. Las marcas que constantemente incorporan el espíritu navideño en sus anuncios no solo venden productos; interfieren con un comportamiento más amplio que tiene sus raíces en la psicología del comportamiento del consumidor.
Anuncios navideños y psicología.
Las empresas están aprovechando el concepto de Navidad y utilizándolo como prototipo para algo más. Este enfoque es una maniobra psicológica que aprovecha las poderosas redes asociativas de nuestro cerebro. Para las marcas, la Navidad se convierte así en un prototipo estelar para crear conexiones más amplias. Un ejemplo ejemplar es Coca-Cola.
Coca Cola Desde 1931, su marca ha estado entrelazada con la temporada navideña. Aunque la empresa no inventó a Papá Noel, jugó un papel importante en la configuración de la imagen moderna del alegre tío con barba blanca y gorra roja. El icónico traje rojo de Papá Noel con adornos blancos refleja la marca Coca-Cola y crea una conexión indeleble en nuestras mentes. Piensa en Navidad y Coca-Cola es probablemente una de las primeras marcas que te viene a la mente.
Por supuesto, Coca-Cola no es la única. Gigante minorista británico Juan Luis es un maestro en el arte de utilizar la Navidad como herramienta estratégica. Aunque no tiene una historia navideña tan larga como Coca-Cola, John Lewis ha creado un verdadero fenómeno con sus conmovedores comerciales navideños anuales. Desde 2007, estos anuncios se han convertido en una tradición navideña y se han ganado los corazones de millones de personas en todo el mundo. Para John Lewis, la Navidad no es sólo una temporada; es un prototipo estratégico para establecer conexiones emocionales con la audiencia.
La Navidad como prototipo de felicidad
La Navidad se convirtió así en algo más que una simple época del año; es el prototipo de la felicidad. Precisamente por eso funciona tan bien con marcas como Coca-Cola. La temporada navideña es sinónimo de alegría y socialización. Al asociar su marca con estas emociones positivas durante la Navidad, las empresas construyen un fuerte puente hacia los corazones de los consumidores.
Si bien los anuncios navideños son sin duda un fenómeno cultural, una mirada más cercana revela que no se trata sólo de compras de temporada y regalar. Estos anuncios son parte de un marco estratégico más amplio que continúa más allá de Navidad. Año completo. Estos anuncios utilizan la psicología de la asociación para crear conexiones duraderas con los consumidores. Estos anuncios no son sólo para vender productos; se trata de integrar las marcas en el tejido de nuestra conciencia cultural y crear un impacto duradero que se extienda mucho más allá de las últimas notas del jingle navideño.