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El “blitzkrieg” automovilístico de China en 2027: ¿Por qué Europa perderá su industria automovilística?

Apocalipsis automovilístico europeo

Zakaj bo Evropa izgubila svojo avtoindustrijo?
Fotografía: Jan Macarol / Ai art

Si observamos el tráfico en las calles de Berlín, París o Liubliana hoy en día, nos daremos cuenta rápidamente de que hay muchas marcas de coches nuevos que hasta hace poco no aparecían en los concesionarios europeos. NIO, BYD, Zeekr y MG ya no son exóticos coches "chinos" de dudosa calidad, sino fabricantes serios en los que los compradores europeos aparentemente no tienen ningún problema en confiar, incluso a precios bastante altos. Actualmente, los coches chinos se venden en Europa a casi el doble de precio que en China. Pero eso cambiará pronto y las consecuencias serán dramáticas. Los chinos reducirán el precio de sus vehículos en un cuarto en sólo dos años, y todavía nos estamos engañando: ¡están jugando con las cartas abiertas! ¿Y por qué Europa perderá su industria automovilística?

¿Por qué Europa perderá su industria automovilística? Hoy en día, la realidad es sencilla: los coches eléctricos chinos son aproximadamente un 82% más caros en Europa que en el país. Por poner un ejemplo concreto, el BYD Dolphin cuesta casi 29.000 euros en Francia, mientras que su precio en China es de apenas 15.000 euros. Lo mismo se aplica al Zeekr X, al MG ZS EV y a muchos otros modelos que, en el continente europeo, registran precios que superan los 100 %. Sin embargo, la razón no son solo los impuestos, los derechos de aduana y el transporte: estos costes solo representan aproximadamente un tercio de la diferencia. La razón principal es sencilla: los fabricantes chinos han descubierto que pueden ofrecer a los compradores europeos la impresión de un producto de primera calidad y garantizar márgenes elevados.

¿Por qué Europa perderá su industria automovilística? Se acerca el «blitzkrieg» chino de 2027

Pero la verdadera amenaza aún está por llegar. Los chinos saben que Europa les abre sus puertas a un ritmo más rápido que el que los fabricantes europeos toman en cuenta de los peligros. BYD ya está construyendo una fábrica en Hungría, mientras que Chery y SAIC están eligiendo ubicaciones en España, Italia y Polonia. Esto significa que pronto se eliminarán los aranceles aduaneros del 10%, los costos de transporte se reducirán significativamente y las redes de ventas propias reducirán drásticamente los márgenes de los distribuidores. Así, de aquí a 2027 los precios de los coches chinos podrían caer casi a la mitad de los márgenes actuales, lo que significa que los consumidores europeos recibirán de repente un vehículo eléctrico de gama alta a un precio que pondrá a los competidores europeos en un dilema muy difícil: o bien reducir drásticamente los precios y perder así beneficios, o bien aceptar la pérdida de cuota de mercado. Una vez que los chinos establezcan capacidades de ventas y servicios y capacidades de suministro, iniciarán una guerra de precios y reducirán sus márgenes en la UE en al menos 1/4 del precio actual de los automóviles ya importados a la UE. Entonces serán dominantemente competitivos.

Amenaza para la industria automovilística europea

El pronóstico de los analistas de AlixPartners es claro: en 2030, China venderá alrededor de nueve millones de vehículos al año fuera de su propio mercado, casi la mitad del mercado europeo. Si trasladamos esta tendencia hasta 2027, está claro que los fabricantes de automóviles europeos podrían caer a una modesta cuota de mercado del 25% de vehículos nuevos. Volkswagen, Renault y Stellantis se encontrarían así en una crisis existencial, pues tendrían que reducir rápida y agresivamente sus costes de producción o aceptar una caída significativa de las ventas con grandes pérdidas.

¿Qué significa esto para nosotros, los consumidores?

La crisis de la industria automovilística europea no es sólo un problema de los fabricantes. Alrededor de 500.000 puestos de trabajo están en riesgo, principalmente en países como Alemania, Francia e Italia. A largo plazo, podría surgir la cuestión de la dependencia energética y tecnológica de Europa con respecto a China, lo que traería nuevos desafíos geopolíticos.

Si la industria automovilística europea quiere sobrevivir a la próxima guerra de precios china, debe reaccionar de inmediato. Necesitamos un cambio radical de enfoque: inversión intensiva en nuestras propias capacidades de producción de baterías, software y desarrollo de nuevas tecnologías. Por encima de todo, los fabricantes europeos deben dejar de depender de la marca y la historia y empezar a competir con innovación y competitividad de precios.

De lo contrario, 2027 marcará efectivamente el fin del dominio automovilístico europeo y el comienzo de una nueva era china en la industria automotriz europea.

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